Miércoles 22 de mayo, día de resaca para los navarros que han estado dos días de celebración. El lunes Osasuna consiguió el esperado y merecido ascenso a la máxima categoría, un ascenso que se confirmó tras el resultado en el Belmonte. A los rojillos les bastaba con la victoria del Granada o incluso con empate.

Los jugadores y equipo técnico siguieron el partido entre el Albacete y Granada en El Sadar, estadio que tantas veces les ha hecho feliz esta temporada y que el lunes no fue menos. El ascenso era algo que ya llevaba alguna semana siendo una posibilidad, pero al final los resultados que tenían que darse lo impedían. Por lo que el club ya tenía preparada la celebración del ascenso.

Cuando Pizarro Gómez pitó el final, a más de un rojillo se le escapó alguna lagrimilla, ya que Osasuna volvía a Primera dos temporadas después. El club navarro no abandonó la buena comunicación que está teniendo en redes sociales y desde el pitido final escribió mensajes para sus seguidores.

El club compartió un vídeo y una foto en redes sociales para celebrar el ascenso. Acto seguido, informó sobre la celebración que ocurriría en la Plaza del Castillo a las 00:15 horas, momento en el que llegaron los jugadores. Ahí les esperaba la afición rojilla a grito de todos los cánticos que han estado presentes durante toda temporada. Osasuna también publicó un vídeo para confirmar el fichaje de Brandon, que con el ascenso, el club estaba obligado a realizarlo. Buena noticia para la afición rojilla, ya que el mallorquín ha sido uno de los protagonistas de la temporada.

Los jugadores rojillos celebran el ascenso en la plaza del Castillo. Foto: Osasuna
Los jugadores rojillos celebran el ascenso en la plaza del Castillo. Foto: Osasuna

Los jugadores cantaron junto a la afición cánticos como "porque somos Osasuna, esto nunca va a morir", "volveremos a Primera, volveremos otra vez", "el orgullo de Iruña nunca se puede acabar", etc. La plaza del Castillo se llenó de aficionados y de bengalas en una noche mágica en la capital navarra. Una noche que ningún rojillo olvidará.

La plaza del Castillo llena de gente y bengalas. Foto: Osasuna
La plaza del Castillo llena de gente y bengalas. Foto: Osasuna

La resaca del día de después no fue excusa y la fiesta volvió a tener lugar en Pamplona. El martes todos los rojillos tuvieron la oportunidad de celebrar el ascenso, sobre todo los más pequeños, que no pudieron ir por la noche debido al horario. Los jugadores y el cuerpo técnico recorrieron las calles de Pamplona en un autobús descapotable, que salió de El Sadar a las 17:30 horas. La llegada al Gobierno de Navarra estaba prevista para las 18:00 horas, pero llegaron con minutos de retraso. La afición esperó, aun así, impaciente y con muchas ganas e ilusión.

En el Gobierno de Navarra, Uxue Barkos y el ejecutivo foral, recibieron al club. La presidenta felicitó y dio las gracias al club por la temporada completada. Luis Sabalza y Oier también pudieron hablar, aunque este último no disponía de voz. Después de sacarse la foto, salieron al balcón a saludar a una afición que con muchos nervios esperaba su salida. En este punto del recorrido destacaba la presencia de los más pequeños, que miraban a sus ídolos con mucha ilusión y alegría.

Llegada al Gobierno de Navarra. Foto: Osasuna
Llegada al Gobierno de Navarra. Foto: Osasuna

Muchos de los que estuvieron en el paseo Sarasate corrieron al Ayuntamiento, que se iba llenando poco a poco hasta estar completa. Parecía San Fermín, pero no era seis de julio, sino un martes laboral, 22 de mayo. La llegada estaba prevista para las 19:15 horas, pero no llegaron hasta media hora más tarde. La afición cantaba sin parar impaciente, por lo que la recepción fue rápida. El alcalde Joseba Asiron recordó todos los logros de la temporada y especialmente las remontadas. Después Sabalza habló y se emocionó al recordar la situación de Osasuna cuatro años atrás. Al capitán Oier también le dieron la palabra, pero debido a su afonía y a los gritos de la afición, no habló mucho.

La plaza del Ayuntamiento llena de aficionados. Foto: Osasuna
La plaza del Ayuntamiento llena de aficionados. Foto: Osasuna

Salieron al balcón y se encontraron con la plaza completa, no cabía ni un alfiler. Ahí cantaron junto a la afición todas las canciones mostrando la gran conexión que existe entre ambos. El riau-riau, fue coreado por todos dejando una bonita imagen para el recuerdo. Una celebración muy bonita y esperada. Hablaron uno por uno, interrumpidos por cánticos que empezaban de vez en cuando, e incluso Arrasate se atrevió con un bertso. Un ambiente espectacular que mostraba el gran compromiso de todos jugadores, incluso los que no son navarros, que ya han demostrado estar muy involucrados con el club. El euskera también tuvo presencia en la celebración, los que lo practican, como Arrasate y Oier como los que no, Brandon ejemplo de ello.

Por último, a las 21:00 horas llegaron a la Capilla de San Fermín, donde Oier y Roberto Torres colocaron el pañuelico al santo.

Oier y Torres colocan el pañuelico a San Fermín. Foto: Osasuna
Oier y Torres colocan el pañuelico a San Fermín. Foto: Osasuna

Bonita semana, dos días, temporada y año para la afición rojilla que ya es de Primera. Ahora Osasuna piensa en el sábado, partido que jugará en El Sadar contra Las Palmas. Aún no ha terminado la temporada, y el objetivo es el primer puesto.

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