Una temporada complicada fue para el equipo franjirrojo en la máxima competición del fútbol español en el año que ascendieron por séptima vez, siendo la primera ocasión que ocurría logrando ser los líderes de Segunda División.

Últimos en la clasificación con tan solos 32 puntos, regresan a la categoría de plata, pero lo destacable fue que fueron el equipo más goleado de la temporada. Fueron 70 goles los que los de la franja recibieron a lo largo del año, mientras que ellos anotaron 41. Tras ellos, Levante y Huesca fueron los otros clubes que más dianas recibieron en la campaña, con 66 y 65 goles, siendo poca la diferencia que existe entre las tres plantillas.

El aspecto defensivo de la plantilla, sería lo que se podría señalar, puesto que los jugadores no encontraron estabilidad en la defensa en los encuentros a lo largo del año, destacando los diversos cambios que vivió el equipo en lo que a los centrales se refiere.

Tanto Míchel como Paco Jémez movieron fichas en dichas posiciones, sin conseguir acertar para lograr estabilidad a la hora de detener los ataques de los rivales, por lo que el resultado de tantos goles encajados que vieron fue lo que conllevó al descenso.

A pesar de ello, Jordi Amat fue el central que más se mantuvo como titular con Míchel, pero con el técnico cordobés pasó de la titularidad a encontrarse en el banquillo franjirrojo, o incluso en la grada en los diez encuentros de final de la temporada.

No cabe duda de que fue una campaña complicada para los de la franja, pero volverán a luchar en la categoría de plata del fútbol de nuestro país para regresar lo antes posible a Primera División y permanecer en ella, luchando para que no pase lo que ocurrió este año, el cual fue desde el comienzo una mala temporada en la que les costó conseguir buenos resultados.