Teñidos sobre la alforja de una temporada en blanco, FCB Juvenil A y Real Madrid Juvenil A pugnarán a corazón abierto por una plaza en la semifinal de la Copa del Rey Juvenil. Lastrados con el duro peso de la debacle tanto en Liga como en la UEFA Youth League, el conjunto de Denis Silva tratará de maquillar su lacia temporada con un milagro que les encumbre en la competición del KO. Al otro lado de la balanza, el navío ‘merengue’ buscará rematar sin condolencia a los azulgranas y revertir el transcurso de la campaña con el acceso hacia un nuevo billete en la final. Despojados del trono en Liga, de la UEFA Youth League y también en la Copa Campeones, el cetro de la Copa del Rey se respira como la última bala para el equipo dirigido por Dani Poyatos.

Alejandro Marqués durante el 'mini' clásico. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Todo o nada

El sabor de la gloria o el amargo aroma de la desesperación. El FCB Juvenil A de Denis Silva y Óscar López jugará su última carta en la casa del eterno enemigo. Avasallados por la superioridad de los madrileños, los ‘culés’ claudicaban en la primera parte de la batalla de los cuartos de final en el Miniestadi con dos goles en apenas seis minutos (0-2). El abrumador olfato goleador de Miguel Baeza y la excelente pegada del brasileño Rodrigo acababan con las esperanzas de los catalanes, cediendo el devenir de su futuro en la Copa a la vuelta en la Ciudad Deportiva del Real Madrid.

El Real Madrid Juvenil A celebrando su primer gol en el Miniestadi. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Obligados a pintar un buen resultado para solventar la temporada, el FCB Juvenil A asaltará los aledaños de Chamartín con el objetivo de alcanzar la hazaña en territorio hostil. El jugo de sobrepasar al Real Madrid en su feudo redondeando una remontada sublime será la principal ambición de los pupilos de Denis Silva, conscientes de que lo contrario podría tumbar los cimientos de una de las plantillas más prometedoras de La Masía. Flamantes campeones de la UEFA Youth League y el campeonato de Liga el curso anterior de la mano de García Pimienta, los fantasmas de la exigencia y la ansiedad sobrevuelan con fervor en un vestuario necesitado de triunfos para sellar la campaña.

La obligación de la Copa

Finalista en las últimas seis ediciones de la Copa del Rey juvenil y erguido como vencedor en dos de ellas (2013 y 2017). Pese a disputarse un billete en la semifinal ante el flamante ‘Rey de Copas’ de la competición con 18 títulos en sus vitrinas, el Real Madrid Juvenil A ostenta la gesta de presenciar las últimas seis finales del torneo. Mientras, el equipo azulgrana no alcanza una final desde el 26 de junio de 2011 (última vez que conquistaba el título), todo lo contrario que el conjunto de Dani Poyatos, afianzando a un ritmo vertiginoso su poder en la Copa en los últimos tiempos.

Abastecido con todo a su favor, los blancos manejaran sus mejores armas con la intención de hacer valer el fulgurante luminoso rascado en el Miniestadi (0-2). Armados con un ataque mortífero de la mano de Miguel Baeza, el hombre más utilizado en los esquemas de Dani Poyatos, y la capacidad goleadora de Pedro Ruíz Delgado y Rodrigo, el Real Madrid tratará de encontrar la forma de aniquilar la portería de Arnau Tenas y encauzar su volante hacia las semifinales del torneo.

Rodrigo festejando su gol en el Miniestadi. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

En sus botas, la gloria

Once gladiadores saltarán en la Ciudad Deportiva del Real Madrid para intentar embolsarse con la gesta. Prudentes, pero llenos de fe, el FCB Juvenil A envidará sus mejores cartas en las manos de Arnau Tenas. El meta de Vic volverá a emerger como actor principal para resguardar la portería azulgrana deseando mantener su meta a cero. Al otro lado del verde, el guineano Ansu Fati y el venezolano Alejandro Marqués, máximos goleadores del equipo ‘culé’, deberán calzar en sus botas los goles del barco catalán, obligado a marcar al menos dos goles (y no recibir ninguno), para igualar la eliminatoria.

Marqués en el duelo frente al Real Madrid Juvenil A. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Jandro Orellana, flagrante capitán, arengará con orgullo al resto de sus compañeros, forzados a culminar una remontada que podría transformar los ánimos aposentados en La Masía.