Costó mucho descender de Segunda División A, regenerar un equipo con un perfil muy joven de jugadores y volver a la carga. Si la temporada anterior fue el transcurso de la desolación, todo parecía apuntar que en este 2019 los azulgranas podrían celebrar subir de categoría, aunque el camino empezó a complicarse.

El Barça B volvía a militar en el grupo III de Segunda División B, uno de los más exigentes de la categoría y que les llevaría a enfrentarse a lo largo de Cataluña, Valencia, Aragón y Baleares. Un calendario bastante compactado donde, además, muchos de los futbolistas empezaban a compaginar con la agenda de Ernesto Valverde en el primer equipo.

Con García Pimienta en el banquillo un año más, la temporada arrancó con numerosas bajas, como la de Vitinho, Marc Cardona o Juan Cámara, entre muchos. Pero también les llegó la oportunidad a muchos jugadores hechos en casa, del Juvenil A, como Chumi, Riqui Puig o Alex Collado, que acabaron siendo vitales durante el curso.

Sin opciones de play-offs

El arranque liguero fue un tanto desastroso para los azulgranas, que visitaban El Collao para medirse a un Alcoyano que no dio tregua al filial catalán (3-1). No fue hasta la Nueva Creu Alta cuando los de García Pimienta lograron puntuar, en la tercera jornada y gracias a un gol en propia puerta. 

El filial acaba 8º en Segunda División B

A los jóvenes les estaba costando dominar la categoría y enfrentarse a jugares que conocen de cerca el ritmo y la constancia necesaria para ocupar plazas delanteras en la clasificación. Los azulgranas empezaron, al paso de las jornadas, a cosechar victorias e ir sumando de tres en tres, aunque costaba avanzar posiciones en la tabla.

Finalmente, el Barça B no pudo superar la barrera de los 53 puntos tras 38 jornadas y ha acabado la temporada 2018/19 en 8ª posición, sin opciones de poder jugar los play-offs de ascenso a Segunda División A y sumisos a volver a repetir curso en 2019/20.

Lo que está por venir

El verano dará la oportunidad al vestuario y la junta a tomar decisiones sobre lo ocurrido, en buscar refuerzos y salidas, si fuese necesario. El filial ha empezado a reinventarse, a contar con la cantera y en curtir al primer equipo de recambios cuando Valverde da la llamada.

Algunos de los jugadores empezarán a cobrar mucha más importancia "con los grandes", como es el caso de Riqui Puig o de Wague, que mucho agradaron a técnico y afición en sus inmersiones en el Camp Nou. Otros, deberán adaptarse a la categoría y seguir peleando con uñas y dientes para regresar a Segunda A, donde más cómodo se sentía el equipo.

Tras las vacaciones, los azulgranas volverán a ponerse a la carga y vestirse de corto para iniciar una pretemporada vital si quieren aguantar el curso a buen ritmo. Muchos de ellos viajarán a Estados Unidos para completar la gira con el primer equipo, acumular minutos y aprender de sus máximos referentes. La nueva temporada está más cerca de lo esperado y hay que recuperar energías para cumplir con los objetivos propuestos.