Tras una temporada desilusionante en Segunda División en la que el Barcelona B descendió a Segunda B, el objetivo era recuperar la categoría de plata lo antes posible. Sin embargo, a pesar de los intentos incansables de la plantilla culé, el Barcelona B se quedó sin ascenso al finalizar la temporada fuera de las plazas de playoff.

De este modo, García Pimienta pone fin a su segunda temporada como entrenador del Barcelona B, y es que cabe recordar que el técnico catalán tomó las riendas del filial ‘blaugrana’ en el tramo final de la temporada pasada, no pudiendo evitar el descenso de categoría. En su segundo año al frente del filial culé, García Pimienta ha mostrado los destellos de un proyecto que se prevé a largo plazo y con las bases bien sentadas, buscando sacar el máximo rendimiento de un grupo muy joven.

La formación, una prioridad

Al comienzo de esta campaña 2018/19, García Pimienta afrontó la difícil y exigente tarea de intentar competir en la complicada Segunda División B con un grupo muy joven, y es que el filial ‘blaugrana’ dispone de una media de edad muy prematura, de apenas 20,5 años de media. Afrontar el salto generacional era una de las prioridades del proyecto de un García Pimienta que dispuso de la llegada de muchos jugadores a los que ya había entrenado en el Juvenil A.

Como hándicap añadido, García Pimienta tan solo pudo disponer de dos fichajes en verano, Moussa Wagué y Ronald Araujo, dos jugadores que por problemas burocráticos no pudieron debutar hasta mediados de temporada. En invierno, el técnico catalán también decidió incorporar a dos jugadores más, Ndockyt Merveil y Gabriel Novaes.

Con una plantilla tan joven, el objetivo principal no era el ascenso, sino la formación de los propios jugadores con el fin de lograr la participación de los jóvenes con el primer equipo. Un paradigma que García Pimienta repitió a lo largo de la temporada y que se acabó cumpliendo, y es que al término de esta campaña 8 jugadores del Barcelona B han debutado en partido oficial con el primer equipo del FC Barcelona. “El objetivo está cumplido”, tal y como explicó García Pimienta en la última rueda de prensa de la temporada ante los micrófonos de VAVEL.

García Pimienta en el Miniestadi | Foto: Noelia Déniz (VAVEL)
García Pimienta en el Miniestadi | Foto: Noelia Déniz (VAVEL)

Con un estilo innegociable

El estilo de García Pimienta es innegociable, y así lo ha demostrado durante esta campaña en Segunda B, una categoría en la que es complicado desarrollar el estilo ‘ADN’ Barça con campos pequeños y de césped artificial y con jugadores veteranos y con agresividad defensiva. Sin embargo, a pesar de todos los hándicaps, García Pimienta siempre se ha mostrado fiel a su estilo futbolístico, intentando siempre ser protagonistas, haciéndose cargo del control del partido y siendo dueños de la posesión.

La formación 4-3-3, con pocas variantes, se ha ido manteniendo a lo largo de todo el curso, con jugadores indiscutibles en el esquema de ‘Pimi’ como Iñaki Peña, Riqui Puig o Collado. No obstante, si por algo se ha caracterizado el liderazgo de García Pimienta es por dar oportunidades y minutos a todos los jugadores de la plantilla. El técnico catalán ya avisó en innumerables ocasiones en ruedas de prensa: “nadie tiene un puesto asegurado”. Y así se ha demostrado, con una participación muy equitativa entre toda la plantilla azulgrana. Mención especial a los 5 jugadores del Juvenil A que han debutado con el Barcelona B en esta campaña de la mano de García Pimienta: Nico, Arnau Tenas, Nils, Konrad de la Fuente y Jandro Orellana.

 

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