Segunda y última semifinal de la Eurocopa sub-21. España y Francia se veían las caras con el fin de conocer quién sería el finalista que se enfrentaría a la ya clasificada Alemania en la final. España debutaba en el Europeo con una derrota contra Italia, situación que remontó con dos victorias sobre Bélgica Polonia. No obstante, fase nueva, resultados nuevos. 

Con un 4-1 en el marcador, España se convierte en la segunda finalista de esta Eurocopa sub-21 de Italia 2019. Dominó durante la mayor parte de todo el partido, mostrando su mejor cara. Todos y cada uno de los jugadores se unieron con un único pensamiento: ganar. Así, incluso aquellos destinados a las tareas defensivas, se echaron una responsabilidad más a la espalda y participaron también en el ataque. Un quiero y no puedo de Francia, muchas interrupciones y el gran nivel de la Selección Española dieron el triunfo a los de Luis de la Fuente

La persistencia de España dio sus frutos

Dicen que quien la sigue la consigue. La primera parte de la Selección Española en esta semifinal lo demuestra. Los hispanos salieron con un objetivo en mente: clasificarse para la final. Así lo demostraba Luis de la Fuente, que optó por el lateral Júnior, para ofrecer un fútbol más ofensivo por su banda. Sin duda fue todo un acierto: el joven de origen dominicano no paró durante toda la primera parte. Para arriba, para abajo. Ahora intento centrar, ahora remato. Uno de los más activos en el lado español.

No fue un inicio fácil. Ambos combinados tardaron unos minutos en adaptarse y centrarse en su cometido. Con las ideas claras, también el lateral izquierdo, Martín Aguirregabiria, se integró en las acciones ofensivas, además de ejercer una buena cobertura de su banda. 

Todo parecía estar siguiendo su curso cuando, de repente, se cometió lo que parecía ser un penalti a favor de la Selección Española. No obstante, ni el árbitro ni el VAR lo entendieron como tal. Pocos minutos después, en una entrada mucho menos clara, el colegiado búlgaro interpretó que Júnior cometía falta dentro del área sobre el futbolista galo. Fue entonces cuando Mateta transformó la temprana ocasión en el primer gol de la noche. 

Fue una primera mitad intensa, pero con alguna que otra interrupción | Foto: UEFA.com
Fue una primera mitad intensa, pero con alguna que otra interrupción | Foto: UEFA.com

Lejos de amedrentarse, los de De la Fuente continuaron con la tarea ofensiva. Todos, incluso el guardameta Sivera con una sobresaliente intervención en una llegada francesa a su área, se volcaron en la obligación que tenían encomendada. Y el esfuerzo dio sus frutos. Fue en el minuto 27 cuando Marc Roca, dentro del área pequeña y frente a frente con el cancerbero galo, remató un balón, previamente rechazado, a placer. Golpeó con rabia. Lo celebró del mismo modo con los suyos. Enfado en el rostro del técnico francés, pues dirige un equipo con altura que debería haber evitado ese tipo de situaciones. 

Pero no quedó ahí. En los últimos segundos del descuento, eran los franceses los que cometían falta, que fue pitada como penalti a favor de España. Oyarzábal lo transformaba en el segundo gol a favor de los hispanos. Los galos, a pesar de su característica velocidad, poco pudieron hacer. Persistencia española que dio su recompensa. 

Mayoral acaba la hazaña

El partido no dejó de mejorar. Al minuto y medio del pitido inicial, era Dani Olmo el que aumentaba la ventaja de España en el luminoso. Salieron con ganas y así lo demostraron. 

Salieron y comenzaron el segundo tiempo dominando. Gozaron de 15 minutos en los que hicieron y deshicieron a su antojo. Francia empezó a reaccionar, pero el rival siguió presionando y controlando el rumbo del encuentro. Entre los jugadores más activos y, por tanto, más perjudicado con faltas, Oyarzábal. El vasco dio todo de sí hasta que fue sustituido por Borja Mayoral.

Borja Mayoral celebrando su gol, el cuarto a favor de España | Foto: UEFA.com
Borja Mayoral celebrando su gol, el cuarto a favor de España | Foto: UEFA.com

Y aún después de la sustitución, el partido no cambió notablemente; ocuparía la misma posición a su modo. A los hechos hay que remitirse: Mayoral fue el autor del cuarto gol a favor de España. Un balón de escándalo a botas de Fornals que fue directo al recién entrado en el terreno de juego. 

Una segunda mitad de menos interrupciones que la primera, buenos contraataques por parte del combinado nacional español, intervenciones sobresalientes de Sivera. Los ingredientes perfectos para acabar una semifinal en una competición de tal calibre de la mejor manera posible: 4-1 en el marcador y la plaza para la final de la Eurocopa sub-21. Alemania espera impaciente.