Con todos los ojos puestos en tres hombres: Santi Mina, Maxi Gómez y Denis Suárez, y echando un vistazo de reojo a Boufal y Nolito, el Celta empieza a presentar algunos nombres con los que Escribá se pondrá a trabajar el día ocho de julio en A Madroa, aunque estos fichajes no sean una sorpresa para nadie.

El joven atacante intentar hacernos olvidar a Maxi con sus goles
El joven atacante intentar hacernos olvidar a Maxi con sus goles

El primero se trataría de Gabriel, Toro, Fernández, que tras resolver sus problemas legales (cabe recordar que atropelló a una joven el 29 de diciembre en Montevideo y la dejó en estado vegetativo y ha acordado una indemnización con su familia de 800.000 dólares), ya podría viajar a España este lunes uno de julio para ser presentado oficialmente. El Celta pagó unos 3,5 millones de euros por el 80% del joven uruguayo de 25 años, que se ha comprometido por las próximas cuatro temporadas. Su llegada serviría para suplir una más que probable salida de su compatriota Maxi y cerraría las puertas a Beavue, que vuelve de su cesión al Caen.

Olaza intentará seguir rindiendo al mismo nivel que a finales de la temporada pasada Fuente: LaLiga
Olaza intentará seguir rindiendo al mismo nivel que a finales de la temporada pasada Fuente: LaLiga

La otra incorporación, por llamarlo de alguna forma, es Lucas Olaza, que ya estuvo a préstamo estos últimos seis meses rindiendo a gran nivel una vez que entró en el equipo titular. El caso de Olaza es peculiar, ya que se trata de su segunda llegada a Vigo tras pasar por el filial sin pena ni gloria en la temporada 15-16. Cuando todos pensaban que había llegado por cumplir el expediente, ya que no entraba ni en las convocatorias, la lesión de Juncà le permitió entrar en el equipo, y ahora es un indiscutible. Como indicaba el presidente, Boca tenía hasta el 30 de junio para indicar si solicitaba la recuperación del lateral, pero sólo podía reclamarlo si tenía hueco para extranjeros. A falta de cuatro días para que se cumpliera este plazo, Boca ya indicó que no iba a reclamarlo y al Celta se le abrían dos posibilidades, pagar los cuatro millones de su opción de compra o utilizar el año más de cesión que tenían firmado y poder acometer la operación el año que viene. Pese a lo que indicaba el agente del jugador, que perjuraba que no se iban a quedar un año más cedidos y que, o el Celta compraba a Lucas o se volverían para Boca, el Celta ha optado por esta última opción.