Finalmente ha llegado. Ha sido breve pero intenso el camino que ha desembocado en esta final de la Eurocopa sub-21 de Italia 2019. Desde ese 16 de junio en el que la selección española debutaba contra la anfitriona, cayendo derrotada. Alemania lo hizo al día siguiente contra Dinamarca, consiguiendo la victoria.
Esta final no es sino un reencuentro de dos viejos conocidos. Un partido que acabará bien en revancha por parte de España o bien como reafirmación de campeona para Alemania. Todo ello en referencia al Europeo de 2017 en que ambas selecciones alcanzaron también la final, llevánose el torneo el país centroeuropeo.
Tantos unos como otros llegan, prácticamente, en igualdad de condiciones: dos victorias y un empate en la fase de grupos, y un triunfo rotundo en las semifinales. Ambos han dado todo de sí para alcanzar la final. Ahora, el Stadio Friuli será testigo del partido que determinará al nuevo campéon de la Eurocopa sub-21.
España llega a la final llena de energía
La semifinal contra Francia no iba a ser fácil. Y no lo fue. Lo que ocurrió fue que España hizo acopio de todas sus fuerzas y de todas sus facultades, y ese esfuerzo dio sus frutos. El primer gol del encuentro a favor de los galos podía haber hundido a los de De la Fuente. Nada más lejos de la realidad. Se unieron más si cabe, y a partir de ahí empezó el verdadero partido de los españoles. Hasta cuatro goles encajó Bernardoni. Un encuentro de diez que les dio el pase a la final, donde Alemania ya esperaba impaciente.
De ganar España esta edición del Europeo, levantaría el trofeo por quinta vez (ya lo hizo en 1986, 1998, 2011 y en 2013). De ser así, se encontraría a la misma altura que Italia en lo que a palmarés se refiere, y se convertiría, junto con el país vecino, en los países más laureados del Europeo.
Luchará por hacerse con la victoria, en parte para quitarse esa espina que lleva clabada desde la edición anterior, en la que se consolidó como subcampeona tras caer derrotada frente a su actual rival, Alemania, en Polonia.
Luis de la Fuente, entrenador español, y Jesús Vallejo, capitán del equipo, han hablado acerca de la final. El técnico no ha hecho sino elogiar a los suyos: "Los jugadores siempre están preparados para jugar. Es muy fácil dirigir a este equipo porque tengo jugadores en el banquillo que me dan muchas opciones".
Por otro lado, el capitán ha rememorado el amargo recuerdo de 2017: "Aprendimos mucho de Polonia. Si no juegas bien, como nos pasó en la final contra Alemania, podemos perder. Tienes que estar 100% en todos los partidos porque este es un torneo de mucha competitividad".
Alemania, en busca de su tercer Europeo
Vigente campeona del Europeo. Mantiene el título desde 2017 después de ganar a España. Ha hecho, al igual que su rival, un torneo casi perfecto. Su único objetivo es mantener el título, lo que resultaría en la consecución de su tercer campeonato. Esto colocaría al país germano directamente en el top tres en el palmarés de la competición, por detrás de España e Italia.
Como curiosidad, cabe destacar el papel del delantero Waldschmidt. El de Siegen lleva un total de siete goles en lo que va de torneo; esto le convierte en el primer alemán que marca en cuatro encuentros consecutivos en la fase final de la categoría sub 21.
Además de estos números, a tener en cuenta, hay cuatro jugadores que ya formaban parte del equipo en la victoria frente a España en 2017: Nadiem Amiri, Waldemar Anton, Mahmoud Dahoud y Levin Öztunali.
También el seleccionador aleman, Stefan Kuntz, habló del partido que se está por desputar: "En cada partido de este torneo aprendes algo. Estoy seguro de que la final también nos ofrecerá la oportunidad de mejorar. Remontamos contra una gran Rumanía que llegaba en gran momento".
Posibles onces
España: Sivera, Junior, Jesús Vallejo, Unai Núñez, Martín, Marc Roca, Fabián Ruiz, Pablo Fornals, Dani Ceballos, Daniel Olmo y Mikel Oyarzábal.
Alemania: A. Nübel, Mittelstädt, Baumgartl, Tah, Klostermann, Dahoud, Eggestein, Neuhaus, Amiri, Waldschmidt y Öztunali.