Una gran expectación en los aledaños del Bernabéu para ver al nuevo delantero que tras un reconocimiento médico fue presentado a la afición con el traje corto de blanco.

En una entrevista que realizó para la revista alemana 11Freunde, habla abiertamente sobre su infancia y toda la trayectoria que ha seguido hasta llegar al conjunto blanco. Se declara partidario del juego inteligente, no niega que la fuerza no sea necesaria pero el juego inteligente prevalece: “Me gustan los jugadores listos e intento jugar con cabeza”.

Por otra parte, el futbolista relataba como desde que era adolescente, ya apuntaba maneras: “Cuando tenía 15 años ya jugaba contra chavales de 18 años y metía 40 goles por temporada, el físico me ayudó mucho a imponerme. Ahora no soy un luchador que pueda ir como un cohete los 90 minutos. Me gusta lo simple. Quiero usar la fuerza solo cuando no pueda imponerme con la cabeza”.

Pero no todo son alegrías. Luka Jovi recordaba uno de los momentos más tristes: su traspaso al Benfica en contra de su voluntad: “Yo lo tenía claro, quería quedarme hasta el final de la temporada. Llevábamos 20 puntos de ventaja y quería ganar la liga una vez más. Pero el club me vendió en invierno porque necesitaba dinero. Cuando aterricé en Lisboa me pasé tres días llorando”.

El cambio del joven futbolista llegó con su entrada al Eintrach Frankfurt, el club entrenado por Niko Kovac: “Kovac me ayudó a encontrar el camino correcto. No me daba ni un minuto de descanso en los entrenamientos. Siempre me exigía más. Le estoy muy agradecido. Fue un entrenador muy importante para mí. Me hizo mejor jugador y mejor persona”, afirmó.