El pasado domingo, el Real Madrid evidenció en Houston falta de ritmo competitivo. Solo mediante participar en más partidos, los conjuntos de élite llegan a su estado óptimo. Ese es el objetivo para el nuevo partido contra el Arsenal. Los de Emery, que también están muy relacionados con los madridistas en la rumorología sobre fichajes (Ceballos está cerca de aterrizar en Londres), llegan a este choque más rodados que los de Zidane, pero las sensaciones han de mejorar.

Antes de enfrentarse al Bayern, uno de los grandes miedos de la afición blanca era el acierto de cara a la portería rival. La llegada de Hazard y el cambio de actitud en algunos miembros del centro del campo invitaban a pensar que la siguiente incógnita iba a ser la búsqueda de un jugador definitorio en la parte final del campo. En este apartado la estadística contra los alemanes fue muy clara: pese a los 17 intentos ante Neuer y Ulreich, los madridistas solo estrenaron su marcador a través de un gol, o golazo, de falta de uno de los grandes refuerzos del verano, Rodrygo.

Los jóvenes valores blancos

El joven brasileño demostró sus grandes habilidades cuando tenía la oportunidad de jugar con espacios. Él y Kubo fueron las dos grandes noticias del segundo tiempo. Fueron en esos segundos 45 minutos cuando se pudo ver a algunos de los más jóvenes (Vinicius y Jovic saltaron al césped tras el descanso). Ni el ‘28’ ni el exjugador del Eintracht de Frankfurt tuvieron su mejor noche en Texas, pero todo puede cambiar rápidamente.

El ‘Caso Bale’ está llegando a su fin

Lo que parece que no tiene solución es la situación de Gareth Bale. Si ya antes de la cita con el gigante alemán se presuponía que no iba a contar con muchas oportunidades, las palabras de Zidane en rueda de prensa sirven no solo para dar carpetazo a un asunto enquistado, sino también como epitafio de la carrera del galés en el Santiago Bernabéu. Pese a su currículum excelso como blanco, las lesiones, la irregularidad y las expectativas puestas sobre sus hombros hace cinco años fueron demasiado para él. Para la eternidad quedarán sus goles en las finales.

La salida del exjugador del Tottenham indicará el comienzo de la fase más complicada de la siempre controvertida ‘Operación salida’. Este año, el siguiente en abandonar Chamartín será James Rodríguez. El colombiano no tiene previsto incorporarse a las órdenes del entrenador marsellés hasta el día 29, pero parece que su cabeza (y corazón) está más interesado en el otro gran equipo de la capital, el Atlético de Madrid, que le ofrece más minutos en otro proyecto llamado a luchar por todo a nivel doméstico y europeo.

El Arsenal, un rival más rodado

Pero lo primero es lo primero. Zidane y sus jugadores se deben centrar en el Arsenal de Unai Emery. Los gunners han ganado los tres partidos que han disputado hasta el momento en la pretemporada. Tras vencer a los Colorado Rapids de la MLS, el Bayern Munich fue su siguiente víctima. El pasado domingo también pasaron por encima de la Fiorentina, con una goleada de poca importancia más allá de las buenas sensaciones posteriores.

A falta de que se confirme el fichaje de algún mediocentro de nivel top, como puede ser Pogba, el Madrid buscará recuperar más sensaciones. Pese a que el resultado es lo de menos, lo que sí es importante es que se demuestre solidez en el apartado defensivo; visión de juego y calidad en la creación y, finalmente, capacidad resolutiva en el área rival. Presumiblemente habrá cambios en la alineación inicial que permita que jóvenes y titulares se vayan mezclando, todo con el objetivo de encontrar la formación que mejor rendimiento ofrezca.

Posibles alineaciones

Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Nacho, Mendy; Kroos, Isco, Kubo; Rodrygo, Hazard, Jovic.

Arsenal: Leno; Maitland-Niles, Chambers, Sokratis, Kolasinac; Willock, Xhaka, Özil; Lacazette, Aubameyang, Mkhitaryan.