Un partido en escala de grises. En el fútbol, los partidos varían de negro a blanco. En según que tramos, es uno de los conjuntos el que lleva la batuta dominante y por lo tanto parece tener más opciones de cantar el siguiente gol. Pero el partido de hoy no iba de negro a blanco ni viceversa, sino que oscilaba entre el gris oscuro y gris claro, pues ninguno de los dos equipos parecía tener más papeletas para ser el próximo en anotar un tanto. En un partido tan equilibrado como el de esta noche, parecía que sólo unas teclas exactas harían que un partido gris con pocas oportunidades de gol se convirtiese en un encuentro impredecible de  muchas idas y venidas. Y por lo visto, ambos entrenadores han sabido pulsar dichas teclas, obteniendo como resultado un encuentro de muchos goles y ocasiones tan solo en los últimos 20 minutos.

La seriedad marca la primera mitad

En un primer tiempo de tanteo entre ambos equipos, ninguno de los dos propuso un juego claramente directo desde el inicio del partido. Así pues, el conjunto maño ha contado con algo mas de balón , pero sin ser este para nada un factor determinante a la hora de tener las ocasiones más claras. De tal forma que el encargado de poner algo más de peligro en el área rival ha sido la escuadra catalana, con dos grandes ocasiones que han obligado a Ratón a esoforzarse al máximo realizando así un par de notables paradas. Por el lado blanquillo, la mejor ocasión la ha tenido Dwamena mediante una falta al borde del área concedida por el colegiado tras una gran jugada combinativa del Real Zaragoza. En definitiva, los granas han propuesto un juego más intensivo con buenas combinaciones, lo que ha demostrado que no son un equipo de 2ª B cualquiera, en parte influenciado por su etapa en la Segunda División. 

 Segunda parte, partido nuevo

El segundo tiempo ha comenzado con los equipos practicamente igual que habían acabado la primer parte, pocos riesgos y un juego que continuaba siendo algo espeso. Pero ha sido llegar el minuto 60 y dar la impresión de que estábamos viendo un partido totalmente distinto. Este cambio tan notable en el juego de ambos equipos se debe a la sustitución de sus 11 jugadores, todos al mismo tiempo por parte del Nastic de Tarragona . Este hecho sumado a los primeros cambios en la escuadra de Víctor Fernández, entre los que destacan la entrada al campo de Ros y Pombo, han convertido el encuentro en algo mucho más alterado y en el que esta vez sí, ambos conjuntos gozaban de numerosas ocasiones. Tanto es así que en el minuto 70 se anotaba el primer gol del partido, obra de Pol Ballesteros tras un disparo desde fuera del área. Este tanto serviría de abrelatas tanto para locales como visitantes, de tal forma que el gol zaragocista solo tardaría 3 minutos en llegar, tras un fallo garrafal entre Sarr y Djetei que aprovechó Luis Suárez. A partir de ahí el resto de goles no tardaron en llegar, y fue de nuevo el equipo local el que puso, esta vez desde los 11 metros, el 2-1  obra de Brugui. Pero en los últimos compases del encuentro,  Javi Ros a falta de 5 min y Lasure tras un rechace de un posible penalti sobre Pombo, dieron la vuelta al partido consiguiendo asi la remontada blanquilla.

En definitiva , la propuesta ofensiva del club visitante  tras los cambios sumada a los fallos en la salida de balón del Nastic ( tras el cambio de sus 11 jugadores ) ocasionados en gran parte por el guardameta y el central dieron ocpiones a un Zaragoza muy escaso de estas.