La directiva del Rayo Vallecano llegó protegida con guardaespaldas al feudo franjirrojo para la disputa del Trofeo de Vallecas después de las últimas semanas en las que ha habido conflictos entre la afición rayista y los mandatarios.

Los guardaespaldas se situaron en el palco, y otro sobre el césped del estadio protegiendo a Luis Yáñez. Principalmente, la presencia de los mismos se debe a las pintadas amenazantes que han aparecido en los aledaños y en el propio estadio, ya que ninguna peña ha hecho un acto violento, y de los comunicados que han sacado no se deduce que la intención sea causar daño físico a ningún directivo.

La asistencia al estadio fue muy pobre, cerca de 2.000 personas, con muy pocos asientos ocupados en el fondo y en la zona de la Albufera. Era fuera del feudo donde la afición se había concentrado, cómo tiene previsto hacer en el primer partido de liga. Por supuesto, había pancartas en contra del presidente y su gestión.

Así, con la afición protestando y una muy baja asistencia al estadio, el Rayo perdió el partido contra el Alcorcón, y sigue sin conocer la victoria en pretemporada.

En cuanto a los conflictos entre afición y directiva, Paco Jémez se pronunció: "Es imposible aislar a los jugadores de todo lo que se vive en el conflicto afición y directiva. Esperemos que por el bien deportivo del equipo, todo se solucione de la mejor manera posible."

Por su parte, el medio Matagigantes.net, informó en su propia cuenta de Twitter que al final del encuentro pudieron hablar con las dos partes del conflicto, y tanto aficionados como directiva, esperan solucionar el problema antes del comienzo de la liga.

A falta de dos semanas para el comienzo de la competición, no hay ningún acuerdo entre partes. Sería una gran noticia que para el día 17 de agosto haya soluciones y la afición anime a su equipo cómo siempre lo ha hecho.