El Betis suma una cara nueva para esta temporada 2019-2020. Tras varios movimientos en el periodo estival, parece que agosto va a ser el mes de certificar los culebrones del verano. Después de cinco fichajes en el seno verdiblanco, entre ellos el ansiado y deseado por los aficionados, Borja Iglesias, y muchos rumores a su alrededor acerca de su futuro, Álex Moreno, el potente lateral izquierdo recala en el Villamarín, procedente del Rayo Vallecano, uno de los recién descendidos a Segunda División.

Álex Moreno, incorporación de calidad para la banda izquierda

El polivalente futbolista, que puede actuar como lateral y como extremo, y se maneja mejor con la pierna zurda, a pesar de tener varias ofertas para continuar en la élite, ya sea en España o fuera de nuestras fronteras, ha optado por el ambicioso proyecto del Betis. El catalán ya estuvo a punto de recalar anteriormente en la entidad verdiblanca, pero unas negociaciones más duras de lo debido con el Rayo Vallecano, que quería mantener al jugador que les dio el séptimo ascenso a Primera División, y la llegada de Pedraza, a pesar del traspaso de Junior al Barça, redujeron esta posibilidad, una opción que cobró enteros tras la marcha de Lo Celso. Por lo que al final Moreno defenderá las trece barras.

La última temporada ha disputado un total de 36 partidos, todos de Liga, quedándose fuera de la convocatoria tanto en la idea como en la vuelta ante el Leganés en la Copa del Rey. Únicamente logró marcar un gol esta campaña, ante el Athletic de Bilbao en San Mamés, un encuentro que, a pesar de su diana, no pudieron llevarse los de Vallecas.

Álex Moreno celebrando un gol | Fotografía: La Liga
Álex Moreno celebrando un gol | Fotografía: La Liga

Llega al Villamarín con un contrato que vincula a las partes hasta 2024. Esta nueva incorporación para el proyecto de Rubi aterriza para competir con Pedraza por la titularidad del lateral izquierdo. Además, ambos podrán rotar para llegar al máximo nivel al final de la temporada. Moreno aportará habilidad, velocidad, visión de juego, potencia, cambio de ritmo, desborde, regate, asociación rápida, y probablemente tendrá muchísimo peso en la parte ofensiva del equipo, ya que sus mayores virtudes suelen verse cerca del área rival, pero también será un cerrojo de cara a detener acometidas que puedan crear peligro a su nuevo club.