El Fútbol Club Barcelona pisaba Bilbao con la mente puesta en conseguir la primera victoria de la temporada ante un Athletic Club de Bilbao más rodado por la cantidad de partidos disputados durante la pretemporada. Los de Gaizka Garitano abrían las puertas de San Mamés para recibir al vigente campeón y con la idea de estar a la altura de un duelo tan clásico como el que siempre suelen disputar para dar el pistoletazo de salida por todo lo grande en LaLiga Santander 2019/20. Para conseguir contrarrestar la situación, el técnico del conjunto azulgrana, Ernesto Valverde, apostaba por un once inicial en el que volvía a dar confianza a la dupla del centro del campo protagonizada por Carles Aleñá y Sergi Roberto, que ya salieron en el último partido disputado ante la Società Sportiva Calcio Napoli de Carlo Ancelotti en la gira llevada a cabo por los Estados Unidos. Además, Frenkie de Jong sustituía a un Sergio Busquets que, sorprendentemente, se quedaba en el banquillo junto a Ivan Rakitić. Por otro lado, las sorpresas no cesaron en torno a la figura de algún que otro jugador como Philippe Coutinho, que siendo descartado, conocía la resolución de su futuro a lo largo de la tarde: se marcharía cedido al Bayern de Múnich.

Philippe Coutinho, pensativo durante el Trofeo Joan Gamper | Foto de Noelia Déniz, VAVEL
Philippe Coutinho, pensativo durante el Trofeo Joan Gamper | Foto de Noelia Déniz, VAVEL

Con la ausencia de Leo Messi, los azulgranas pisaban el estadio del Athletic Club de Bilbao teniendo como reto superar la barrera de disputar el primer partido de la temporada sin su máxima estrella, suplida por la presencia de Antoine Griezmann, Luis Suárez y Ousmane Dembélé en ataque. Pero más tarde, el equipo sufriría otro pequeño batacazo con la lesión del delantero uruguayo, que tuvo que marcharse antes del final de la primera parte por una lesión en el gemelo. Rafinha Alcántara sería el encargado de sustituirle y de alzar la voz a pie de campo en medio de tantas dudas sobre el mercado de fichajes y en concreto, sobre las posibles últimas salidas antes del cierre de plantilla.

El de San Mamés resultó ser un partido en el que 'los leones' rugieron hasta conseguir lo que tanto persiguieron a base de la alta presión y de las idas y venidas de un Iñaki Williams que suplió con carácter y solvencia a un Aritz Aduriz en ataque.

La primera parte: luces y sombras

El pitido inicial denotaba el comienzo de una rivalidad clásica en LaLiga Santander. Athletic Club de Bilbao y Fútbol Club Barcelona volvían al campo de lucha para conseguir los primeros tres puntos de la temporada 2019/20. Por un lado, los de Gaizka Garitano demostraron estar a la altura de tanta exigencia anulando al vigente campeón de la competición liguera a base de una alta presión, más que asfixiante, y quedando a la espera de los mejores balones para protagonizar grandes llegadas a la portería de Marc-André ter Stegen. Por el otro, los de Ernesto Valverde demostraban dinamismo, sobre todo, procedente de la medular, que soltaba rápidamente los balones y tocaba en corto dándole una marcha más al juego del equipo. Además, esta situación se vio favorablemente mejorada por la entrada de un Rafinha Alcántara que resultó ser uno de los mejores del partido llevando el peligro en más de una ocasión en sus botas hacia la portería que defendió Unai Simón.

Frenkie de Jong, protagonista en San Mamés supliendo a Sergio Busquets | Foto de Noelia Déniz, VAVEL
Frenkie de Jong, protagonista en San Mamés supliendo a Sergio Busquets | Foto de Noelia Déniz, VAVEL

Ambos equipos tuvieron sus oportunidades de cara al gol, pero no terminaron de ser muy claras. La excepción fue la tenida por Iñaki Williams en el minuto 6 de partido, cuando después de un fallo de Ousmane Dembélé, recuperaba el esférico en el centro del campo y protagonizaba una buena ‘galopada’ hacia la portería del Fútbol Club Barcelona para avisar de lo que más tarde sería una realidad: la superioridad vasca. Por parte de los azulgranas, el centrocampista hispano-brasileño, Rafinha Alcántara, era el encargado de avisar después de un buen zapatazo que terminaba con el esférico golpeando en el travesaño de la portería de Unai Simón.

Las sombras de la primera parte se ceñían en torno a la figura de Luis Suárez, que no pudo continuar a partir del minuto 32 de partido en el terreno de juego como consecuencia de una lesión de gemelo, cuyo alcance se conocerá en los próximos días tras las pruebas médicas a las que se someterá el jugador.

La segunda parte: más dominio, pero insuficiente

Después del posible rapapolvo protagonizado por Ernesto Valverde en los vestuarios de San Mamés, lo esperado era que el Fútbol Club Barcelona comenzara la segunda mitad del encuentro mucho más enchufado. Después de haber tenido más oportunidades que el conjunto vasco en los últimos minutos y de que el esférico acabara golpeando en el palo hasta dos veces, el técnico cacereño daba entrada a Ivan Rakitić, que suplía a Carles Aleñá, para refrescar el juego de la medular y sumar potencia al encuentro. Era el centrocampista croata quien protagonizaba la primera llegada del conjunto azulgrana a la portería del conjunto vasco en la segunda mitad después de que tras su disparo, el esférico se marchara por encima del larguero de la portería de Unai Simón después de un córner.

En los últimos 45 minutos, Rafinha Alcántara alzó la voz en medio de tantas dudas para desvelar sus pretensiones de cara a la presente y ya comenzada temporada. Y es que, entrado en las valoraciones, el hispano-brasileño debería quedarse por todo lo que aporta en ataque. Cuando más se le necesita, mejor está y viceversa. Sin tener parangón alguno y con algún que otro recorte a la zaga defensiva bilbaína, logró llevar la batuta del juego culé infiltrándose en todas y cada una de las jugadas que implicaban un remate de cara a portería. Pero el Athletic Club de Bilbao tampoco renunció a la victoria y siguió presionando para lograr adelantarse en el marcador. Antoine Griezmann, que protagonizó su debut oficial con la elástica azulgrana junto a Frenkie de Jong, Clément Lenglet e Ivan Rakitić tuvieron más oportunidades de cara al gol, pero la fortuna no fue aliada de los azulgranas.

Con el empate todavía en el marcador, a Ernesto Valverde le tocaba arriesgar para revertir la situación. El técnico cacereño tiraba de Carles Pérez, el delantero del filial, que eclipsado y con el tiempo en su contra, poco pudo hacer por conseguir la victoria.

Carles Pérez, suplente en San Mamés | Foto de Noelia Déniz, VAVEL
Carles Pérez, suplente en San Mamés | Foto de Noelia Déniz, VAVEL

Con más de un aviso consumado y algo de relajación entre las líneas azulgranas, los de Gaizka Garitano tiraron de buena colocación y terminaron logrando lo que al principio del partido nadie se esperaba. Mucho menos se esperaba que Aritz Aduriz, que quiso retirarse antes de que empezara esta temporada, fuera el que diera la victoria al conjunto vasco protagonizando una bonita jugada con volea incluida, aprovechando un centro de Ander Capa nada más entrar al campo y haciendo estallar de alegría a San Mamés. Con este júbilo, el Athletic Club de Bilbao se hacía con los primeros tres puntos de la temporada, dejando algo de incertidumbre en la bancada rival, que a pesar de ser en los inicios, sufría un duro golpe.

El próximo encuentro, clave para recuperar sensaciones

A pesar de que la primera derrota ha llegado al comienzo de la temporada, siempre es importante recuperar las buenas sensaciones de cara a todo lo que viene. La regularidad debe volver a tomar color y el primer escollo a superar para conseguirlo será el partido que el domingo, 25 de agosto, les enfrentará al Real Betis Balompié de Joan Francesc Ferrer.