El FC Barcelona no consiguió estrenarse con victoria en LaLiga. Aritz Aduriz castigó al conjunto azulgrana con una bonita chilena en el último suspiro. La derrota ha dejado en el punto de mira a Ernesto Valverde. El técnico sorprendió con la alineación, dejando en el banquillo a Busquets y Rakitic, pero los suyos no realizaron un gran papel.

El Txingurri volvía a San Mamés con un objetivo claro: iniciar la temporada con tres puntos. Aun así, no lo consiguió. Luis Suárez y Rafinha tuvieron ocasiones para poner al equipo por delante. Además, contaban con un buen Ter Stegen que evitaba los goles del recién renovado Iñaki Williams, pero quien perdona acaba pagando. El entrenador extremeño no buscó excusas y fue crítico con sus jugadores: “En el primer tiempo hemos estado demasiado lejos de ellos. No hemos sido dueños del partido pese a las ocasiones claras. Necesitamos una disposición mas agresiva para jugar en campo contrario. En el segundo tiempo hemos dominado, pero ellos se metían atrás y era difícil general peligro”.

Las miradas también cayeron en Antoine Griezmann. El francés debutaba en competición oficial con el Barça, en una posición, teniendo en cuenta la pasada campaña, un poco atípica para él: el extremo izquierdo. Valverde consideró que “es positivo tenerlo en la banda izquierda ya que si vive cerca del área es un seguro por su buena movilidad” pero que para ello “es necesario que entre más en juego”.

A la decepción de la derrota se le suma la lesión de Luis Suárez. El uruguayo tuvo que ser sustituido en el minuto 37 y el club ya ha confirmado que se trata de una lesión muscular en el sóleo de la pierna derecha. Una inesperado situación que “cambió los planes del equipo” ya que en la segunda mitad estuvieron en “el área del Athletic y han echado en falta un jugador resolutivo”.  

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