Con el comienzo de LaLiga, ha echado a rodar una nueva etapa en la historia de la entidad hispalense, pues la llegada de Monchi ha supuesto tener que mirar con un nuevo prisma al equipo andaluz, que ha llegado a este inicio de campeonato totalmente renovado y con una pretemporada prácticamente inmaculada. 

Por su parte, el RCD Espanyol, tras una magnífica campaña 2018-19, en la que obtuvo el ingreso a las previas de la UEFA Europa League que está jugando en la actualidad, ha perdido la columna vertebral que le sostuvo al haber dejado ir a Rubi y a jugadores como Mario Hermoso o Borja Iglesias.  

Mucho orden y precaución

Después de un comienzo de partido bronco por varias faltas, la primera llegada del partido recayó en las botas de Sergio Reguilón, al que no le tembló el pulso para intentar sorprender a Diego López desde una escorada posición. Lo adelantaba el cartel del partido confeccionado por el equipo catalán, este era el choque de los homenajes -ya que la desgracia ha unido a ambas aficiones-, así que entre recuerdo y recuerdo, continuaban ambas escuadras tanteándose con cautela, pero no sin dejar de probar suerte. Justo eso hizo el Espanyol superado el ecuador de la mano de Vargas, que armó la pierna tras recibir una interesante pelota de Wu Lei

Facundo Ferreyra, que se quedó en el banquillo ante el Lucerna para llegar fresco a este debut, fue el próximo en finalizar una nueva oportunidad local en el minuto 37, pero no consiguió hacer bueno el pase de Víctor Sánchez con su tiro. A excepción de estas tres oportunidades, el encuentro no estaba sobresaliendo por su ritmo, y tampoco por el número de ocasiones, el primer acto estaba condenado a morir con tablas. Sin embargo, el Sevilla, que se mostró paciente y con una gran capacidad para medir los tiempos del juego, hizo el primero de la tarde en el 44 en una estrambótica acción gracias a Reguilón, que remató al fondo de las mallas el cuero escupido por el larguero y por Diego López, que repelió de manera supina el testarazo de De Jong. Tras el tanto se llegó al intermedio. 

Volvió la solidez defensiva

Con la tarea entre ceja y ceja de mantener o aumentar el resultado unos, y de igualarlo o voltearlo otros, empezó la segunda parte. A los diez minutos, Martínez Munuera entró en escena para resolver una acción conflictiva entre Diego Carlos y Ferreyra, debido a una supuesta mano del brasileño en el interior del área sevillana, pero para la fortuna del combinado de Lopetegui, la jugada quedó en agua de borraja y no hubo penalti. Nolito, que estuvo muy activo ante el RCDE Stadium, tras salvar una pelota que parecía incontrolable, pudo rematar la contienda en el 68 con un disparo que se perdió por la derecha.

Los andaluces tenían bajo control el partido, y prueba de ello eran las oportunidades visitantes que seguían sucediendo, como la que tuvo una vez más un Nolito, que no atinó a marcar por la altura que le imprimió al cuero. Los barceloneses no incomodaban la meta sevillista, por lo que los nervionenses aprovecharon para tomar la directa y asestar el golpe definitivo, echando al zurrón los tres primeros puntos de la temporada. Nolito vio recompensada su perseverancia en el 85 con un gol de pura pillería; el sanluqueño, que no dejó pasar de largo el descuido de la zaga periquita, batió a Diego López con un chut raso y fuerte después de dejar por los suelos a Naldo con una finta. Finalizado el extenso descuento, el trencilla decretó la conclusión de los 90 minutos. 

El Sevilla sigue con la buena onda de la pretemporada, mientras que el RCD Espanyol deja claro que ahora está más concentrado en asegurarse su lugar en la UEFA Europa League, que en jugar el torneo doméstico.