A pesar de su juventud, su descaro sobre el tapiz no tardaba en deslumbrar a los fieles que se deleitaban de su fútbol. Mecido en cuna isleña, Pedro González ha logrado convertirse en uno de los diamantes más deseados del fútbol mundial tras el esplendor fulgurante surgido de sus botas. Hechizado bajo el embrujo del Teide, el tinerfeño de Tegueste no tardaba en despuntar con el cuero pegado a sus pies. Al amparo de la UD Las Palmas, los focos se acomodaban para buscar la silueta de ‘Pedri’, haciendo historia este mismo verano al convertirse en el primer juvenil en la historia con ficha en el primer equipo del conjunto ‘pío-pío.

A sus 16 años, el de Tegueste firmaba este verano su primer contrato como profesional

'Pedri' firmando su primera contrato como profesional este verano. Foto: UD Las Palmas

Como un volcán en plena erupción, el ritmo vertiginoso de su explosión monopolizaba la atención de los isleños. Estampando sus primero pasos en el fútbol base de su Tegueste natal, su salto al CF Juventud Laguna en la categoría cadete presagiaba el prólogo de una obra con muchos capítulos que narrar. Deseado por muchos, sólo la UD Las Palmas lograba llevarse a la perla canaria, que no tardaría en estallar en los juveniles del cuadro canario. Allí, a caballo entre el juvenil ‘A’ y ‘B’, Pedro comenzaba a irradiar una luz imposible de apagar, anotando un total de nueve goles que servían para encauzar su camino rumbo al primer equipo liderado por Pepe Mel.

Embrujando desde pretemporada, el técnico madrileño amarraba a la joya de la corona amarilla con su primer contrato como profesional el pasado mes de julio. Sólo 16 años, y un futuro prometedor por delante, marcaban las directrices de ‘Pedri’, debutando apenas un mes más tarde con el primer equipo en el marco de la Segunda División. Pese a la derrota sufrida frente al SD Huesca en su bautizo con el Estadio de Gran Canaria como testigo del nacimiento, el teguestero volvería a repetir en el ‘once’ de Pepe Mel frente al Málaga CF, rubricando su participación con una asistencia a Rubén Castro. Indiscutible para el madrileño en la pizarra de la UD Las Palmas, ‘Pedri’ abrazaba la titularidad en los primeros tres encuentros ligueros, constatando un auge a una velocidad trepidante.

‘Pedri’ camina en su segunda temporada con la UD Las Palmas, la primera con el primer equipo

'Pedri' esta temporada con la UD Las Palmas en Segunda División. Foto: UD Las Palmas

Versátil sobre el tapiz, el de Tegueste se posiciona con comodidad tanto de mediapunta, posición dónde lograba despuntar con el juvenil de los ‘pío-pío’, como de extremo, emplazamiento ocupado en sus dos primeros encuentros en el esquema de Pepe Mel, concretamente en el perfil izquierdo. En eterna comparación con un ídolo de la parroquia de la UD Las Palmas como Jonathan Viera, la realidad es que ningún jugador alcanzaba a llenar tanto de  ilusión en el cuadro amarillo desde 2010. Ahora, con la vuelta del canterano a las filas de Pepe Mel, ‘Pedri’ podrá aprender del maestro las enseñanzas más precisas. Puro fútbol en el navío de un escuadrón que mira sin recelos por el ascenso.

Creativo y aprendiz de mago, el tinerfeño destaca por su virtuoso trato con el balón. Dueño y señor de un disparo potente, ‘Pedri’ rompe con facilidad las líneas en busca del mejor pase. Cosecha del 2002, cuna de una generación fulgurante, el joven isleño saborea los frutos de un camino con muchas zancadas todavía por transitar. Sin embargo, su ebullición futbolística a su corta edad le valía la llamada de la selección española Sub18 para la disputa de dos amistosos frente a Qatar.

Ilusión, ganas y un porvenir por delante se entreabren en la senda de ‘Pedri’, que aterrizará el 1 de julio de 2020 a la Ciudad Condal. A sus 16 años, el mundo del fútbol le abre ahora las puertas con la intención de fraguar un recorrido que apunta a la cima. A paso lento, esculpiendo con esmero una esfinge que comienza a destaparse, el FC Barcelona adquiere una de las perlas con más proyección del panorama nacional. No hay prisa por abrillantar su gema, pues su estela está llamada a radiar con fuerza.