Si hay un jugador que sobre sale en este Deportivo, ese es, sin duda alguna, Ager Aketxe. Viejo conocido por la afición amarillo, Aketxe es el típico jugador al que no te quieres enfrentar. No solo por sus grandes lanzamientos de faltas, considerados uno de los mejores de España y de toda Europa, sino por la visión y calidad que es capaz de otorgar a su equipo cuando las cosas no salen.

La afición amarilla lo disfrutó hasta en dos temporadas. En la primera, el futbolista llegó en el mercado invernal como un futbolista de gran calidad, pero afectado por una lesión que le había mantenido seis meses lejos de los terrenos de juego. Debutó contra el Getafe en liga y, justamente, en el primer balón que tocó como jugador cadista, llegó su primer tanto. Tanto que, como no, anotaría por la escuadra de la portería y de falta. A partir de ese momento, el mediapunta vasco encandiló a la afición gaditana.

La temporada siguió su curso y Aketxe no paraba. Partidos como contra el Sevilla Atlético, donde anotó de falta desde cerca del centro del campo, o frente al Córdoba volvieron a demostrar que era un jugador de superior categoría, que su calidad no era merecedora de la competición. Finalmente, el buen hacer del equipo amarillo les dejaría, a final de temporada, como quinto clasificado, otorgándoles la posibilidad de disputar el playoff. Fue aquí cuando realmente se vio la importancia de contar con Aketxe. En la ida del primer encuentro, en Carranza frente al Tenerife, el de futbolista criado en Lezama dejó a la parroquia gaditana anonadada tras clavar cerca de la escuadra un lanzamiento de más de 25 metros.

Desgraciadamente, como todo buen seguidor del Cádiz sabe, pese a haber ganado en casa, el Tenerife empató la eliminatoria en el Heliodoro López y, debido a la normativa de clasificación, fue el conjunto tinerfeño el que acabó pasando a la final. De esta manera, y tras un verano en el que el nombre del vasco sonó para volver a reforzar el ataque cadista, Aketxe volvería a Bilbao a las ordenes de Ziganda.

Tras un año de irregularidad, donde no convenció ni a Athletic, ni a Toronto, en la temporada 2018/2019 volvería a Cádiz. Su llegada fue aclamada por todo seguidor cadista, aunque desde un primer momento se notó que ya no era aquel futbolista que brillaba con luz propia. Aun así, en los últimos partidos de la temporada, se volvió imprescindible, siendo, junto a Darwin Machís, el futbolista que llevaba todo el ataque de la escuadra. En total marcó cuatro tantos que, como en el anterior curso, no fueron suficientes para llevar a los amarillos a la máxima categoría.

Finalmente, en el pasado mercado estival, el jugador firmaría por dos años con la entidad coruñesa. El sábado, a las 16:00 horas, volverá a verse las caras con su antigua afición y compañeros. Habrá que estar muy pendientes del futbolista y, sobre todo, de no cometer faltas al borde del área.