En el Real Madrid no existe un punto intermedio. La gama de grises que se ubican entre el negro y el blanco es algo que no se concibe para valorar los asuntos concernientes al equipo blanco. La prueba es el partido del pasado domingo en Sevilla. Solo había dos opciones: una victoria que suponía el liderato o una derrota que provocaba una crisis monumental. 

La moneda cayó de cara para los de Zidane y ahora, una semana después de la debacle de París y de que sonaran nombres de otros entrenadores, la sensación ha virado y el optimismo empieza a superar a los malos augurios del madridismo. Aunque, todos coinciden en que el único camino para mantener este rayo de esperanza es el de mantener la intensidad mostrada en la capital andaluza.

Alargar la reacción antes del derbi

Es en partidos como el de Osasuna en los que el Real Madrid suele dar su peor imagen en los últimos tiempos. Partido en casa, entre semana, ante un rival a priori asequible y con la vista puesta en el derbi del próximo sábado. Condicionantes que unidos a la habitual sensación de pereza que envuelve a los jugadores blancos antes de partidos así pueden hacer pensar en un resultado complicado.

Ante esto, será el momento de comprobar si la reacción mostrada en el Sánchez Pizjuán fue tan solo flor de un día. Encuentros como los de Osasuna son los que corroboran la intensidad del equipo. No era difícil adivinar que el Madrid saldría a comerse el campo en Sevilla, al igual que lo hará en el Wanda. Lo complicado será mantener esa intensidad y las ganas de ganar en el partido ante los rojillos. Con ese derbi en el horizonte, es posible que Zidane haga alguna rotación, además de cambios obligados como el del lateral izquierdo que, tras la lesión de Mendy y que Marcelo continúa con su puesta a punto, parece que tendrá que ocupar Nacho.

Chimy Ávila durante el partido del pasado viernes ante el Betis/ Foto: La Liga
Chimy Ávila durante el partido del pasado viernes ante el Betis/ Foto: La Liga

Frente al Real Madrid estará un equipo que, pese a ser recién ascendido, está mostrando una cara sorprendente en este inicio liguero. Han pasado cinco jornadas y aún no ha perdido. Es cierto que cuatro de esos encuentros han sido empates, pero el equipo navarro transmite la sensación de ser un equipo muy trabajado, rocoso y contra el que hay que sudar para ganar.

Su mejor versión se da cuando juega en El Sadar, donde logró sacar un empate ante el Barcelona, aunque su única victoria hasta el momento la sacó fuera de su estadio, en Leganés en la primera jornada.

Arrasate también tendrá bajas importantes como las David García y Oier, jugadores que estaban siendo fundamentales en su esquema. Además, Adrián, que volvió a jugar de inicio ante el Betis, volverá a no disputar minutos en un partido que exigirá una carga física importante. De esta forma, el técnico rojillo se verá obligado a realizar al menos tres cambios y rotar en su visita al Bernabéu.

Una visita temida para Osasuna

Ramos remata en un encuentro ante Osasuna en el Bernabéu/ Foto: Real Madrid
Ramos remata en un encuentro ante Osasuna en el Bernabéu/ Foto: Real Madrid

Los partidos para el equipo navarro en el Santiago Bernabéu se han convertido en una visita al dentista. Una pesadilla que no suele acabar bien. Las estadísticas son esclarecedoras. 39 encuentros entre ambos en la capital española que se han saldado con 32 victorias locales, cinco empates y tan solo dos visitantes.

Si se amplia al total de los partidos disputados entre ambos, contando los encuentros en ambos estadios y todas las competiciones, Osasuna maquilla algo unos datos que siguen siendo demoledores. 78 enfrentamientos de los cuales el Real Madrid ha salido victorioso en 49, 16 han terminado en empate y 13 victorias rojillas.

La última vez que se vieron las caras fu en la jornada 22 de la temporada 16/17 en El Sadar en un partido que acabó ganando el equipo madridista por 1-3. Justo en la primera vuelta de esa temporada, el conjunto blanco goleó por 5-2 a Osasuna.

Y es que las goleadas blancas han sido la tónico habitual en los últimos años y se han visto resultados abultados como aquel 7-1 de 2011, un 1-5 en Pamplona en 2012, un 4-0 en 2014.

El árbitro

El colegiado encargado de impartir justicia el miércoles en el Bernabéu será el valenciano Mateu Lahoz, que esta temporada aún no ha dirigido ningún partido de Madrid ni Osasuna.

Sin embargo, sí que tiene un historial de partidos arbitrados entre estos dos equipos. En la temporada 2009/2010 dirigió tanto la ida, que acabó 0-0, como la vuelta que terminó con 3-2 para el Real Madrid. En la campaña 2012/2013 el valenciano volvió a dirigir un enfrentamiento entre ambos que terminó con triunfo madridista en El Sadar por cero goles a dos.

Posibles alineaciones