El Betis disputó un partido interesante antes del minuto 70, como ya dijo el entrenador en rueda de prensa. El equipo fue otro antes y después del penalti, y de hecho no ha terminado con malos números en el encuentro. Consiguió un 58% de posesión a favor y realizó un total de 11 tiros durante todo el duelo, logró transformar uno en un gol, pero de poco le sirvió, ya que recibió cinco en contra. Las estadísticas hablan de que los verdiblancos no lo hicieron mal en tierras castellonenses, al menos antes del minuto 70. Sacaron siete córners a su favor y le señalaron un fuera de juego. En cuanto a Joel Robles, tuvo que realizar cuatro paradas. Lo intentó en buena parte del choque, pero después a base de contras, el Villarreal se cargó a un los andaluces, que ya estaban tocados tras la decisión del árbitro de pitar una pena máxima favorable al conjunto amarillo.

El Betis es un equipo que no realiza muchas faltas

El conjunto andaluz no es un equipo agresivo en cuanto a faltas se refiere. En el último partido solo realizó ocho faltas y recibió dos tarjetas amarillas, quizás demasiado castigo, pues se está penalizando mucho al Betis en cuanto a cartulinas para las pocas infracciones que comete, y eso que al menos en este encuentro pudo acabar con 11 jugadores sobre la hierba. Como ya dijo el entrenador en rueda de prensa, los suyos antes de la señalización del penalti estaban mostrando muy buen juego, quizás el mejor encuentro de lo que va de temporada, pero no tuvo esa capacidad de reaccionar, y con solo un 2-1 en el marcador, los sevillanos se vinieron abajo demasiado pronto, dejando al Villarreal muchos espacios arriba, y con el nivel que tienen sus delanteros fue un suicidio para los visitantes.

El Betis tiene que seguir con esa línea de juego de atacar por las bandas, porque tiene nivel por fuera y en el centro del ataque para acabar las jugadas. Solo hay que cuadrar un poco más el desajuste defensivo que se produce a veces, y así compactar un equipo que pueda terminar los partidos de una manera diferente.