Respeto, posicionamiento, intensidad, emoción y excelente comportamiento son las variables que se dieron en el terreno de juego durante los noventa minutos. En este caso, aunque el resultado final fue de 0-0, no por ello el partido estuvo exento de grandes emociones. Sí es cierto que ambos equipos no quisieron arriesgar en exceso, predominando la zona defensiva, para mantener su portería a cero y no darse por perdido en el gran derbi madrileño. No se arriesga porque el rival cuenta y no se quiere encajar goles para tener más opciones de lograr puntuar.

El R. Madrid contó con un once inicial compuesto en su zona ofensiva por Hazard, Benzema y Bale, con un sistema 4-3-3.  Quedaban en el banquillo Vinicius, James (reemplazado sorprendentemente por Valverde) y Modric como jugadores destacables.

Intensidad defensiva

En la primera parte, ambos equipos demostraron el respeto al contrario y se vio un partido muy igualado, con intensidad destacando la zona defensiva de ambos equipos perfectamente posicionadas.

Foto: www.laliga.com
Foto: www.laliga.com

 

 

 

 

 

 

 

 

Con ello, en este periodo la ocasión más clara para los colchoneros fue en el minuto 38 a través de su jugador estrella J. Félix que tras efectuar un gran chut el esférico se fue desviado de la meta defendida por Courtois. No tardó el equipo merengue en reaccionar, un minuto después, con una clara ocasión a través de Kroos cuyo buen lanzamiento fue respondido con un paradón de Oblak. Algunos disparos lejanos y acercamientos de unos y otros en el área rival sin peligro hicieron que al final del primer periodo el resultado fuese el inicial.

La mano de Oblak

En la segunda parte, el partido comenzó a un mayor ritmo de juego con el equipo local destacando en el juego, sin embargo el equipo de Zidane fabricó tuvo una buena ocasión en el minuto 56: un centro por la izquierda de Nacho al segundo palo encontró solo a Bale que, con su pierna buena, efectuó un fuerte disparo muy alto, por encima de la portería.

Foto: www.realmadrid.com
Foto: www.realmadrid.com

 

 

 

 

 

 

 

 

En el minuto 75 llegó la mejor ocasión del equipo visitante para llevarse el partido: un centro, nuevamente, de Nacho fue rematado excepcionalmente de cabeza por Benzema al palo izquierdo de Oblak que sacó una prodigiosa mano para despejar el peligro. Aquí tuvo la victoria en su mano los blancos pero cuando enfrente tienes a uno de los mejores porteros del mundo, con gran posicionamiento y excelentes reflejos, ocurre que te quedas con la miel en los labios para lograr la victoria. Los últimos quince minutos fue de intensidad de ambos equipos, intentando buscar la portería contraria sin éxito.

Ninguno de los equipos fue superado claramente por el otro equipo durante un largo periodo de tiempo. No destacó ningún jugador por encima del otro. El punto conseguido fue muy trabajado por ambos equipos, aunque al finalizar el partido Simeone se marchó contrariado del campo. Faltó ese punto diferenciador para que el partido se desequilibrase para uno u otro equipo, pero el respeto y el posicionamiento defensivo destacó por encima de todo. Se echó en falta destacar ofensivamente en el Real Madrid, pero se trata del tercer partido consecutivo del equipo merengue en el que no encaja gol y apenas le han tirado a puerta después de las debilidades defensivas mostradas en jornadas anteriores, por lo que destaca la solidez del equipo.

 “Si se logra hacer este tipo de partidos a nivel defensivo, con destacar algo a nivel ofensivo se logrará sacar adelante los partidos”, según declaraciones efectuadas por Zidane recién acabado el encuentro. No olvidemos que un equipo se empieza a construir por la defensa. Otros dirán que con Hazard, Benzema, Modric, Bale… es imposible no meter gol en un partido. La Liga continúa.