Ipurúa recibía a un Celta dubitativo después de remontarle un 0-2 al Sevilla cuatro días antes. Los de Mendilíbar rebosaban confianza tras la última hazaña, cosa que le faltaba a los vigueses tras cosechar tan solo 5 puntos en 6 jornadas en la que parecía una temporada ilusionante gracias a los nuevos fichajes. El Eibar cosechó así una victoria de oro gracias a Expósito y Orellana que les hace escalar notablemente en la clasificación. Por su parte, los gallegos comienzan a coquetear con las zonas de descenso.
El encuentro comenzaba con mucha verticalidad por parte de ambos equipos. Antes del cumplirse el primer minuto, Cote ya había forzado un córner para los locales, que fue replicado con una internada entre Aspas y Brais por banda derecha que puso en apuros a la defensa de los gipuzkoanos. Los primeros 10 minutos de partido se convirtieron en un ida y vuelta constante, destacando los centros de Lucas Olaza.
Ataque posicional del Eibar y centros al corazón del área, la tónica dominante del primer tiempo
El conjunto armero comenzó a dominar la posesión de balón en campo contrario buscando constantemente a sus delanteros mediante centros ante un Celta que esperaba la propuesta rival. Tal era la intensidad del partido que en el 18’ Arbilla vió la amarilla por impactar con el brazo sobre Santi Mina. Y es que esa fue una de las pocas veces que la narración del partido nombró al vigués, desaparecido en combate durante los 90 minutos.
La intensidad de los primeros compases descendió con el paso del tiempo, y antes de cumplirse la media hora de partido tan solo destacó la tarjeta amarilla que recibió Olaza por dar un codazo a Orellana y una ocasión de Kike que no dio demasiados problemas.
Orellana comenzaba a maquinar su gol probando a Rubén
Corría el minuto 30 cuando el centrocampista armero Fabián Orellana obligó a emplearse a fondo al portero celtiña, que tuvo que utilizar los puños en dos ocasiones consecutivas para evitar un gol olímpico del chileno. El mismo Orellana sería protagonista tres minutos después al asestarle un cabezazo a Brais Méndez que le supuso la amonestación.
No fue hasta el minuto 35 que el Celta creó peligro de verdad por vía de Denis Suárez en lo que sería la última acción destacada del primer tiempo. Llegó el descanso con un Celta sin ideas y un Eibar dominante, pero sin brillantez.
Comienzo frenético de la segunda mitad
Los locales salieron a morder tras la reanudación del partido y, tan solo dos minutos después de que sonase el silbato, Edu Expósito adelantó a los vascos con un golazo de vaselina ante el cuál Rubén no pudo hacer nada.
Los de Escribá salieron con horchata en las venas, incapaces de conectar con sus delanteros y con un juego muy pobre, lo que aprovechó el conjunto de Ipurúa para avisar en el 56’. Inui marcaba un gol tras una contra brillante que no llegó a subir al marcador después de que el árbitro lo anulara gracias al VAR por previa mano de De Blasis.
Cuatro minutos más tarde, Orellana marcaba, esta vez sí, el segundo tanto del partido tras un error clamoroso entre Rubén y Aidoo en la salida de la pelota, noqueando así a los vigueses que no serían capaces de reponerse a ese segundo mazazo. El chileno pidió disculpas al anotar el gol ante su ex equipo.
Toda la carne en el asador en busca de la remontada
Fran Escribá buscaba los goles de su equipo a toda costa y sacó del campo a los dos pivotes, que firmaron un encuentro muy vulgar. Lobotka y Okay dieron entrada a Rafinha y a Pape antes de cumplirse el minuto 70 y, aunque los celestes mejoraron con la pelota, las ocasiones seguían sin llegar. Por su parte, Mendilíbar sentó a Orellana y a un Kike García con molestias para que entrasen Pedro León y el excéltico Charles Dias. Minutos más tarde el conjunto vigués cambiaría a Brais por el Toro Fernández en un intento desesperado de marcar un gol.
El colmo de un día para el olvido
Ya sobre los 4 minutos de añadido, Iago Aspas lideró un ataque en solitario para acabar provocando un penalti de Sergio Álvarez sobre el moañés. Aspas, pieza clave en la pasada campaña para la salvación de su equipo gracias a los goles, seguía sin marcar en este inicio liguero. Parecía que por fin abriría su racha goleadora, pero el delantero lanzó un intento de tiro a lo Panenka, raso y sin fuerza, que atrapó Dmitrovic sin demasiado esfuerzo en lo que sería la última jugada del partido.
El Eibar suma así su segunda victoria consecutiva para colocarse en la parte media de la clasificación. Edu Expósito, autor del primer gol, destacaba el “gran trabajo del equipo” y analizaba el tanto con el que abrió la lata: “Vi al portero adelantado y entró bien”.
Por su parte, Hugo Mallo, capitán del Celta de Vigo, calificaba la derrota como una “derrota dura” pero sorprendía con sus declaraciones, quizás buscando algo positivo tras un partido desastroso: “La derrota nos viene bien para tener una cura de humildad”. ¿Será que la temporada pasada no fue suficiente para mantener los pies en la tierra?