Iván Ania, sancionado por expulsión en el anterior partido, apostaba por el 4-4-2 que le dió la victoria frente al Mirandés, con la única diferencia de que Sergio cubriría el puesto de Kitoko.

Empezaría mejor el Numancia avisando y exigiendo a Luca en varias ocasiones. Los sorianos hicieron mucho daño por las bandas en los primeros minutos, mientras que el Racing no era capaz de conectar con sus delanteros a base de balones errados a la espalda de la defensa. Juego muy trabado por las interrupciones, en donde los que más brillaban eran Enzo, Mario y Luca.

Sin embargo, acabarían mejor los cántabros volcándose arriba y rematando a puerta hasta en tres ocasiones, lo cual facilitó las contras para los rojillos, que se podrían haber quedado sin Higinio en más de una ocasión por sus constantes trifulcas con Figueras y el árbitro.

El descanso nos dejaba con una primera parte pareja, en donde las ocasiones se sucedieron y alternaron para ambos conjuntos. La precaución tomó protagonismo e importancia con la sustitución del capitán en beneficio de Olaortua, por miedo a que éste primero se llevase la segunda amarilla en sus roces con los delanteros rivales.

La segunda parte daba comienzo con un Racing desordenado y precipitado que se llevó el susto de la tarde con un larguero de Adri Castellano en el minuto 48. Pero poco iban a tardar en reaccionar los cántabros, los cuales se desquitaron con otro larguero, esta vez a su favor, en un córner botado por Enzo y rematado por David Rodríguez en el 61.

Lo intentaban ambos equipos, el dominio no era claro y Ania quiso remover el encuentro dando entrada a Nico y Nkaka, pero aquella tarde los porteros habían venido a destacar, y así fue. Terminaría mejor el Numancia encerrando al Racing atrás, el cual, queriendo evitar fantasmas, dió por bueno el punto en casa.

Empate sin pena ni gloria en donde pudo haber pasado de todo, pero no pasó nada. El Racing se coloca en el puesto número 17 de la clasificación con 7 puntos tras 8 jornadas disputadas.