El apetito de un gran depredador no se sacia de cualquier manera, sinó que necesita de una buena presa para quedarse satisfecho. Una vez más volvió a demostrar Luis Suárez que su hambre goleador no termina nunca por mucho que su estado de forma pueda ponerlo en entredicho. Dos zarpazos, sutiles y propios de un devorador de su raza sirvieron al uruguayo para dejar claro que sigue siendo un matador como ningún otro en la sabana del fútbol europeo, y para consagrar el primer triunfo del curso de un FC Barcelona que bebe de su principal cazador. No fue en absoluto una presa fácil el trabajado Inter de Milán de Antonio Conte para un Barça que depende en demasía de sus dos principales fieras para afrontar sus cazas, que volvió a dejar claro que los tiempos del puro cattenaccio son agua pasada

Conte desdibuja a Valverde

Cuando parecía que el preciado mecanismo del centro del campo del FC Barcelona formado por Sergio Busquets, Frenkie De Jong y Arthur Melo ya había comenzado a carburar, Antonio Conte se encargó de entorpecerlo a base de un enmascarado fútbol italiano que poco tenía de ello. Bajo el tradicional 5-3-2 que inspiraba al mítico cattenaccio italiano, se escondía un equipo renacido con la velocidad y la intensidad como bandera. Atrás han quedado los replegados conjuntos italianos que vieron su máximo esplendor en Milán. El fútbol italiano ha cambiado, y el Inter del erudito Antonio Conte volvió a dejarlo claro sobre el césped del Camp Nou, dibujando una telaraña sobre la que pronto cayeron los futbolistas azulgrana.

Alexis Sánchez y Lautaro Martínez fueron claves para que la táctica de Antonio Conte desquiciara al Barça en el primer tiempo

Logró desnudar nada más comenzar Lautaro Martínez a la defensa del Barça, dejando a Gerard Piqué y Clement Lenglet en evidencia con un contraataque marca de la casa. El argentino, adosado en punta de ataque con el exazulgrana Alexis Sánchez, se las empeñó para amargar la noche a Marc André Ter Stegen, que tras el primer tanto en el minuto 2, preveía una tormenta. Desdibujados quedaron también los mediocentros culés, Busquets, Arthur y De Jong en los minutos siguientes. Barella, Brozovic y Sensi les ganaron la partida en la medular oprimiendo la posesión culé. Trató el Barça en el primer tiempo de acomodarse gracias a una alta presión que se venía echando en falta en los primeros compases de la temporada, pero Messi, Suárez y Griezmann apenas tuvieron voz en un primer tiempo que tuvo al conjunto interista como amo y señor del duelo.

Arturo Vidal y Suárez desatascan al Barça

Si en la primera parte el planteamiento de Antonio Conte había desquiciado al Barça en casi todos los aspectos del juego, en el tramo final de la disputa fue Ernesto Valverde quien dió con la tecla para apresurar a su rival. Con el 0 a 1 luciendo en el marcador, y a pesar de contar sobre el terreno de juego con su once fetiche, el técnico azulgrana se vió forzado a cambiar piezas para evitar males mayores. Fue entonces cuando dió entrada a Arturo Vidal por su relevo natural, un Sergio Busquets apagado por el centro del campo italiano. El ingreso del chileno, con apenas minutos en esta temporada, volvió a ser la cara de la moneda para un Barça que encontraba a faltar su músculo en el centro del campo y que se serviría del 4-2-3-1 para revolucionar el partido.

La entrada de Arturo Vidal y la inspiración de Luis Suárez fueron claves para revolucionar el partido

Vidal devolvió la seguridad y el carácter al conjunto culé, que con De Jong y Arthur como pivotes, se asentó en el campo rival mostrando una versión más ofensiva y reconocible que la ofrecida en la primera mitad. Ahora era el Inter el que se veía obligado a replegar sus filas, y a esconder los dientes que había logrado afilar con el tempranero gol de Lautaro Martínez. Apareció también Ousmane Dembelé desde la izquierda, en detrimento de un Antoine Griezmann al que aún le faltan palabras para demostrar su valía, que junto a Messi en la banda diestra, lograron airear el juego azulgrana. El dinamismo que se le pedía al elenco de Valverde comenzó a fluir, y fructificó en el empate azulgrana. No fue otro que Luis Suárez, quien tras una jugada en el interior del area, se inventó una de sus acrobacias que lo distinguen como depredador nato. De primeras y de volea, lograba sorprender a un Handanovic salvado por los palos hasta entonces. Puesto en duda por su falta de gol, el uruguayo sentenciaba minutos después tras otra aparición de Leo Messi, casi inédito esta temporada, para dejarlo bien claro: El depredador ha vuelto.