Marc André Ter Stegen sigue haciendo historia al frente de la portería del FC Barcelona. Ante el Sevilla, donde volvió a forjar su imbatibilidad, el guardameta alemán sopló velas, y lo hizo con una cifra de la que muy pocos pueden presumir. Tan solo por detrás de históricos cancerberos del club azulgrana, Andoni Zubizarreta y Víctor Valdés, que acumularon 383 y 536 actuaciones respectivamente a sus espaldas, el germano se sitúa en lo alto del podio de porteros que en más choques han ocasiones han defendido una de las porterias más exigentes del planeta fútbol, con la cifra de 200 partidos disputados.

En su quinta temporada en Barcelona, el de Mönchengladbach se ha consagrado como uno de los mejores en su posición a nivel mundial. Ya llegó a la ciudad condal, procedente del club que le vió crecer, con grandes expectativas de cara a su proyección para formar junto a Claudio Bravo una dupla de categoría en el marco culé. A pesar de su alternanza con el chileno, que le ganaba la partida en cuanto a conocimiento de la liga española, Ter Stegen se erigió como el portero principal para Luis Enrique, entre otros motivos por su juego de pies, que se adapta a la perfeccón al perfil que busca un club como el Barça. 

En sus cinco años ejerciendo como candado de la portería del Barcelona ha ganado cuatro veces el campeonato doméstico, otras cuatro la Copa del Rey, dos veces la Supercopa de España, ha levantado la última Champions League que conquistó el conjunto catalán en 2015 en Berlín y en su vitrina también posee una Supercopa de la UEFA y un Mundial de Clubes. Todo ello, haciendo de su titularidad algo indiscutible para el cuerpo técnico blaugrana, gracias a sus dotes que ya fraguó en el Mönchengladbach.