El Betis se encuentra estos días en el segundo parón del curso debido a los compromisos internacionales. En el inicio de temporada, siguen sin obtener resultados beneficiosos para el equipo y un alto nivel de rendimiento de los jugadores.

Hasta ahora en la jornada ocho, son decimosextos en la clasificación y con un total de nueve puntos, tras su empate contra la SD Éibar en el Benito Villamarín. Los datos reflejados hasta el momento, muestran cómo el club concluye un pésimo comienzo en Primera División, tras 41 temporadas en LaLiga.

El Betis solamente ha sabido ganar y estar por delante del rival durante 97 minutos, lo que ha provocado una serie de resultados y sensaciones escasas ante el mando de Rubi con los jugadores. En los siete de ocho partidos disputados, los verdiblancos se han encontrado en la situación de tener el marcador inferior al contrario, y con pocas ocasiones de ir ganando, como se dio el caso en el Camp Nou ante el Barcelona.

Los resultados del equipo y el inicio de temporada muestran la auténtica debilidad que está viviendo hasta el momento el equipo, peligrando en los últimos puestos de la clasificación pese a quedar mucha competición. El Betis ha sido el equipo con más goles recibidos en su portería, un total de 16, lo que provoca unos posibles cambios con la intención de mejorar la defensa y una mayor estabilidad a los verdiblancos. Esta falta de firmeza ha hecho que los encuentros ante los rivales fuesen irregulares, como ocurrió ante el Villarreal con el catastrófico resultado de 5-1.

Otra cuestión presente y que atormenta al equipo en cada partido son los desencuentros arbitrales y eso uso del VAR, nada a favor con los jugadores. Tras este parón, Rubi tiene una serie de dificultades por delante, con problemas como la constancia y el juego ofensivo entre otras. Un Real Betis que tiene mucho trabajo que hacer por conseguir una mejoría y buenas sensaciones en estadísticas para todo el club y la afición.

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