Tras el comienzo hace varias semanas del arranque liguero, el sistema de juego de Rubi no consigue obtener óptimos resultados para el equipo, encontrándose estancado en los últimos puestos de la clasificación.

Los verdiblancos se enfrentarán el próximo domingo, en el partido correspondiente a la novena jornada, a la Real Sociedad, una cita en la que no se permite una nueva derrota como visitante en el Reale Arena. Los txuri-urdin, que se encuentran en el quinto lugar de LaLiga y con un alto nivel potencial de juego y jugadores desafiantes en el terreno, están dejando grandes sorpresas y están con la mirada puesta hacia las competiciones europeas. Esto hace que Rubi tenga un reto por delante que superar, con una alienación de futbolistas clave, con la mirada de la afición y su continuidad en el club en el aire.

Tras el parón de selecciones, el Betis disputará como visitante en la siguiente jornada después de la Real Sociedad ante el Granada. Es la primera vez en lo que va de temporada que el conjunto disputa dos enfrentamientos lejos del Villamarín y del beticismo que le apoya, con una única finalidad, conseguir los tres puntos en cada encuentro y hacer resurgir al equipo de nuevo. Es vital conseguir la victoria tan deseada y, por consiguiente, un avance para llegar a Europa, un deseo al alcance de pocos.

Estas dos próximas jornadas lejos del Benito Villamarín pueden provocar cambios en el equipo, marcando un antes y después en el tipo de juego que hasta ahora lleva el Betis en Liga. Sólo así pueden conseguir cerrar esta etapa oscura que está viviendo y que está provocando al grupo duros desafíos que se deben superar para, al menos, seguir en la Primera División del fútbol profesional español.