El Barcelona ha vuelto a naufragar lejos del Camp Nou sin síntomas de reacción y mostrando una cara oscura del fútbol que plantea Valverde. Lejos de aprender de errores del pasado, como los golpes de Liverpool o Granada, los catalanes regresan del Ciutat de València con la moral tocada.

Aunque parecía que el gol de Messi desde el punto de penal daba alas a los culés para sentenciar el marcador, apenas seis minutos le han valido al Levante para darle la vuelta a la electrónica y firmar el 3-1 definitivo. Y podrían haber sido más si la delantera valenciana hubiese terminado de afinar sus armas.

Tras la estrepitosa derrota era Sergio Busquets quien atendía a la prensa. El de Badia del Vallés, que saltaba al césped ya en el segundo tiempo, aseguraba que el vestuario no sabe el por qué del mal juego: "Poca explicación hay a lo que ha pasado. Parecía un partido igualado, habíamos hecho lo difícil: ponernos por delante", decía el centrocampista para añadir: "Pero en la segunda mitad, en menos de diez minutos, nos han hecho mucho daño. A partir de ahí ha sido imposible", explicaba Busquets.

"Cada partido es un mundo"

El equipo ya había arrancado el encuentro con síntomas claros de desconexión: numerosas pérdidas de posesión, falta de intensidad en el centro del campo y muchas amonestaciones arbitrales. Preguntado por el factor clave de la lucidez del Levante, al catalán se le acababan los argumentos: "Jugaban con mucha gente arriba. Además hemos tenido mala suerte, estábamos mal colocados", explicaba en referencia al tercer gol local, donde al propio Busquets le rebotaba la esférica.

Aprovechó también para asegurar que lo han intentado hasta el pitido final, aunque sin suerte: "Creo que ha sido un partido igualado, aunque hayan tenido sus minutos de flechazo. Creo que el resultado es excesivo", decía Sergio ante la prensa.

Comentaba, también, que revisarán los fallos y el por qué de la pérdida de tres puntos vitales: "Todos los partidos se tienen que analizar y corregir. No siempre es fácil, no jugamos solos. Delante teníamos un rival con sus armas, bien preparado. Cada partido es un mundo" explicaba para concluir diciendo que deberán seguir adelante y centrarse en el próximo compromiso: "No queda otra que seguir. De momento somos líderes, estábamos en una buena racha y aunque se rompa, hay que tirar para adelante", sentenciaba a pie de campo Sergio Busquets.