El Granada CF visitaba en Mestalla a un Valencia CF lleno de bajas y que venía de ganar entre semana al Lille francés en competición europea. Por su parte, el equipo rojiblanco contaba con la mayoría de sus efectivos disponibles para disputar el encuentro, pero también con una racha negativa de dos derrotas consecutivas que habían frenado su progreso en la tabla clasificatoria. Por tanto, la misión de los de Diego Martínez era recuperar la senda del triunfo para poder seguir soñando con el liderato y Europa. Enfrente, un Valencia CF en dinámica ascendente con mucha calidad entre sus filas.

Daba comienzo una primera en la que la igualdad sería la gran protagonista. Ambos equipos salieron bien situados al verde, con intensidad y con ganas de portar la batuta del partido para no dejarse llevar por las acciones del rival. El Granada CF mostraba sin temor sus intenciones de controlar el juego mediante la posesión, mientras que los locales aguardaban su oportunidad buscando constantemente la explosividad de Ferrán Torres y, sobre todo, de Rodrigo Moreno. Intentaba cortocircuitar el baile del primero Carlos Neva, que se mantuvo atento a los movimientos del extremo che en todo momento.

En el centro del campo se vivía un incesante duelo por el control del choque. Los valencianos, dirigidos por Albert Celades, confiaban en Kondogbia y en su capitán Dani Parejo para ganar cada vez más metros de terreno al trivote diseñado por Diego Martínez y compuesto por Yangel Herrera, Max Gonalons y Ramón Azeez. Los locales se imponían por calidad pero los visitantes contrarrestaban por físico, siendo Azeez uno de los mejores hombres al descanso por su inagotable presión y ayuda en defensa. Comprobado el papel del nigeriano, Parejo buscaba conectar con sus compañeros de ataque mediante balones largos muy precisos, aunque a penas dañinos para la defensa rojiblanca. El ataque del Granada CF era más coral, siendo Vadillo la voz cantante al que seguía el coro granadinista.

Tras algún que otro acercamiento valencianista que se había topado con las manos de Rui Silva y prácticamente con la lesión de Kondogbia se llegaba al final de los primeros cuarentaicinco minutos. La más clara para los visitantes fue una jugada ensayada en un córner, donde Herrera no puto rematar cómodamente una dejada al punto de penalti y el balón se marchó alto a saque de puerta, aunque el venezolano pidió de nuevo saque de esquina. Ambos conjuntos habían realizado una presión muy alta, digna de la exigencia de un partido como este, provocando la escasa fluidez del juego y creando un ritmo frenético de ida y vuelta.

Después del descanso el  Valencia CF regresaba al césped de Mestalla metiendo una marcha más para ir apagando progresivamente la llama del Granada CF. Marcha necesaria pero que dejaría una nueva “víctima”. Esta vez era Rodrigo el que caía al suelo lesionado a causa de un sobreesfuerzo individual y dejaba su sitio a Kevin Gameiro, que a la postre sería vital para el desenlace del partido. Esto ocurría en el minuto 50 y los rojiblancos controlaban cada vez menos la posesión de balón, limitándose a resistir las acometidas valencianistas que iban enjaulando más y más a los de Diego Martínez. Cinco minutos más tarde, Ferrán Torres y Gameiro combinaban para enviar la pelota a la frontal, donde esperaba Parejo para hacer su particular pase a la red con una magnífica definición. Lo estaba mereciendo y por fin abría la lata el conjunto de Celades para la alegría de la afición che. Sin embargo, la alegría se tornaría en desencanto cuando el VAR ordenó anular el tanto por fuera de juego posicional de Maxi Gómez. Sin duda, una jugada muy similar al gol de Herrera anulado también en Zorrilla.

De nuevo, la tecnología no acompañaba al Valencia CF y Mestalla enfurecía. Entraba el valenciano pero rojiblanco Montoro para intentar revertir el dominio local, que había desconectado a los andaluces. Sin mucho éxito el Valencia CF seguía invistiendo al Granada CF con un Parejo mucho más acertado y un Gameiro efectivo, lo que era peligroso para los visitantes. Finalmente, Wass haría justicia para los locales enviando al fondo de las mallas de Rui Silva un balón de Gameiro. El VAR ratificaba el tanto y al Granada se le acababa el tiempo. Entraba Machís al campo para intentar una machada que parecía posible. Los rojiblancos despertaron de su letargo e incomodaban a un Valencia que se tapó los ojos ante un remate con la espuela de Duarte, que se habría colado en la meta de Cillessen de no ser por Wass. El ex del Celta la sacaba casi en boca de gol y salvaba a los suyos.

El choque se rompía definitivamente y volvía a su origen inicial de ida y vuelta. Los ataques se sucedían pero las llegadas no fructificaban. Se llegó con suspense hasta el minuto 96, momento en el que Ferrán Torres decidía cerrar el marcador con un gran disparo a la escuadra tras una gran jugada individual ante un Granada partido en dos en busca del milagro. Los rojiblancos habían jugado con fuego y, de hecho, ya se habían quemado un minuto antes con un gol de Gameiro que anuló el colegiado por fuera de juego de Ferrán.

Era la tercera derrota consecutiva del Granada CF, que se marcha al parón con una dinámica peligrosa viendo los próximos compromisos ligueros del equipo. Quizá una dinámica esperada para un recién ascendido. Qué bien sabe ahora el colchón de veinte puntos.

 

FICHA TÉCNICA

VALENCIA CF: Jasper Cillessen; Daniel Wass, Ezequiel Garay, Gabriel Paulista, Gayá; Ferrán Torres, Dani Parejo, Kondogbia (Jaume Costa, min. 35), Manu Vallejo (Kang - In Lee, min. 86); Maxi López, Rodrigo (Kevin Gameiro, min. 50).

GRANADA CF: Rui Silva; Quini, Germán Sánchez, Domingos Duarte, Carlos Neva (Carlos Fernández, min. 80); Yangel Herrera, Max Gonalons (Ángel Montoro, min. 62), Ramón Azeez (Darwin Machís, min. 74); Antonio Puertas, Álvaro Vadillo, Roberto Soldado.

ÁRBITRO: Estrada Fernández (colegio catalán). Amonestó a los visitantes Quini, Montoro, Gonalons, Azeez y Herrera.

MARCADOR: 1-0, de Daniel Wass, min.73; 2-0, de Ferrán Torres, min. 96.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 13 de la Liga Santander de Primera División, disputado en el estadio de Mestalla.