Conocido por ser uno de los equipos más respetados de la división, la temporada para el Tenerife está siendo muy por debajo de las expectativas. Y es que la escuadra entrenada por López Garai, quien llegó el pasado mercado estival, se encuentra actualmente al borde del descenso con tan solo 14 puntos en su haber. Mismos puntos que el Real Oviedo, conjunto que marca el descenso.

Es por ello que el partido contra el Cádiz, para el club tinerfeño, se presenta como una autentica final. Primero, porque, si no se dan los resultados, podría ser el último partido al frente del banquillo de Garai.  Y segundo porque una derrota les situaría en puestos de descenso.

El Tenerife, un equipo muy fiel al estilo de posesión

Los resultados no estarán llegando, pero si hay algo que sorprende en este Tenerife es su vistoso estilo de juego. Junto al Rayo Vallecano, el club insular es de los equipos que mejor porcentaje de posesión tienen. Esto se debe a que, en contraposición con el estilo de Cervera, López Garai le da una importancia tremenda al balón, destacando sobre todo la salida de balón desde atrás y la gran capacidad de asociación de los futbolistas

Sin embargo, su talón de Aquiles se encuentra en la defensa. Con apenas 15 jornadas disputadas, los de Garai han recibido un total de 20 tantos, los que les sitúan como una de las peores defensas de toda la competición. Cuatro de estos tantos, llegaron en el encuentro frente a la Ponferradina, un partido desastroso para los insulares donde mostraron grandes carencias no solo a nivel defensivo, sino también a nivel de comunicación. Para más inri, el Tenerife es uno de los equipos que más amarillas y rojas reciben, habiendo obtenido un total de 50 amonestaciones y seis expulsiones.

Entre un 4-2-3-1 y un 4-4-2

Pese a jugar diferente al conjunto amarillo, Aritz López Garai utiliza los mismos sistemas que Álvaro Cervera. Y es que la formación que más ha utilizado el entrenador de Barakaldo es la 4-2-3-1, dejando a Aitor Sanz y Milla más retrasados atrás y a Borja Lasso, principal arma creativa, como media punta. Sin embargo, ha habido encuentros, sobre todo contra equipos, a priori, más poderosos, donde ha decidido utilizar un 4-4-2 tradicional, pasando a Lasso a la banda y dejando a Dani Gómez o Naranjo como principal escudero de Malbasic. Con esta formación, los tinerfeños no solo han obtenido mejores resultados, sino que también han mostrado una mejoría considerable en juego. Un claro ejemplo de ello fue el partido contra el Albacete, donde, además de dejar la portería a cero, consiguieron endosarle cuatro goles a uno de los equipos más rocosos de la división.

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