No pudo conseguir el Numancia su cuarta victoria consecutiva pero sí consiguió encadenar su quinto duelo sin conocer la derrota, que no es poco. Los de Luis Carrión volvieron a demostrar el carácter del que están hechos y consiguieron igualar hasta en dos ocasiones al Rayo Vallecano, que fue de más a menos. Leo Ulloa adelantó a los de Paco Jémez en ambos casos pero Iván Calero y Moha fueron los encargados de repartir los puntos en el estadio de Los Pajaritos. Un disparo de Nacho Sánchez rozando el larguero pudo dar la victoria al equipo soriano en el descuento.

Dicen que lo que funciona no se toca, y eso pareció pensar Luis Carrión en el día de hoy ya que repitió por tercera vez la alineación de los once hombres que habían conseguido imponerse a Albacete y Sporting de Gijón. Marc Mateu volvía a la convocatoria tras su lesión pero tuvo que esperar su oportunidad desde el banquillo. El equipo numantino dejó patente nuevamente que hace falta superarle varias veces para ganarle. En esta ocasión, con ponerse por delante en dos situaciones no fue suficiente para el Rayo Vallecano, que acabó cerca de perder el partido.

Un Numancia de contraataques en la primera parte

Con el pitido inicial quedó patente el papel que iban a desempeñar ambos equipos. El Rayo Vallecano se hizo acreedor del balón y el Numancia esperó en campo propio con la intención de salir al contraataque con sus hombres más rápidos. Fruto de esta disposición llegaron las primeras ocasiones para los sorianos. Curro Sánchez e Iván Calero condujeron sendas transiciones pero los intentos de Moha y el propio Curro fueron repelidos por la zaga visitante no sin dificultades. Higinio también pudo adelantar al cuadro soriano en una jugada individual por banda izquierda pero el balón acabaría en córner.

Cuando mejor estaba el conjunto soriano llegó el tanto del Rayo Vallecano tras un error de Kako Sanz en la construcción de juego. El balón de los visitantes acabó en las botas de Álvaro García que, en el segundo palo, encontró a Leo Ulloa para llevar la alegría al medio millar de rayistas citados en Los Pajaritos. Sin embargo, la respuesta soriana no se hizo esperar. Cuatro minutos después, un contraataque rojillo llevado por Moha acabó con Iván Calero rematando a la escuadra de la portería madrileña. El gol hacía justicia a lo visto sobre el césped.

El Rayo Vallecano pudo adelantarse nuevamente al filo del descanso con un zapatazo de Montiel que se estrelló en el palo de la portería de Dani Barrio. La jugada se cerró con el remate de Álvaro García que salvó, providencial, Carlos Gutiérrez. Con el empate a uno se llegaría al descanso.

A remolque en la segunda mitad

Tras el paso por vestuarios el conjunto de Paco Jémez salió más enchufado con balón y, fruto de ello, llegaría el segundo tanto de los madrileños. Pozo superó a Kako Sanz para poner un centro al que llegaría Leo Ulloa, anticipándose a la defensa numantina. Los de Luis Carrión tenían que remar a contracorriente de nuevo, lo que llevó al técnico catalán a realizar sustituciones. Noguera y Kako Sanz dejaban paso a Marc Mateu y Nacho Sánchez. El Numancia pasó a jugar con un 4-1-4-1 buscando más profundidad ofensiva ya que no tenía nada que perder.

Pero si de algo va sobrado este Numancia es de casta, de orgullo, de alma: en definitiva, de una palabra que comienza con consontante muda y no es apropiado redactarla. Los hombres de Luis Carrión comenzaron a asediar la portería visitante sabedores de los fallos defensivos a los que acostumbra este Rayo Vallecano. El empate llegaría a falta de un cuarto de hora, tras un disparo de Álex Sola que se estrelló en la defensa visitante cuyo rechace aprovechó Moha para conseguir el definitivo empate a dos. Se estrena el canterano en la Liga Smartbank con todo merecimiento.

Los últimos minutos sirvieron para contemplar a un Numancia que siempre quiere más, y al que el empate le acabó sabiendo a poco. Nacho Sánchez y Carlos Gutiérrez pudieron conseguir los tres puntos al borde del pitido final pero el disparo del extremo salió rozando la escuadra y el cabezazo del defensa lo atrapó el meta visitante. Con el empate el Numancia se queda con 25 puntos, la mitad de la salvación conseguida y a tres puntos del ascenso directo. Toca soñar, que es gratis.