El Barça B salió del Camp d'Esports con un sabor agridulce tras empatar a uno ante el Lleida. A pesar de tratarse de un rival de mayor embergadura como es el segundo clasificado del grupo III de la Segunda División B, el elenco de García Pimienta tuvo pudo pudo haber hecho de su visita algo más provechoso, más aún de haber dispiutado parte de la segunda mitad con un jugador más. Hiroki Abe tradució el dominio culé en un empate en el marcador, que mantiene al elenco blaugrana en la sexta posición del campeonato liguero.

El Barça se sobrepone a las bajas

Pese a no poder contar con Araujo, Morer, Cuenca, Riqui Puig, Sarsanedas y Carles Pérez, y pese a verse las caras ante uno de los favoritos para el ascenso, el Barça B de García Pimienta dió la cara en el Camp d'Esports de Lleida. El conjunto culé comenzó el duelo dominando a través del atípico centro del campo que formaban Ludovit Reis, Monchu y Jandro Orellana, que propulsaron al equipo hacia sus primeras oportunidades en el marcador. Tardó en lograr el premio el conjunto culé, que a pesar de mostrarse más incisivo que su rival, vió como en el minuto 38 era Liberto quien abría la lata para el conjunto ilerdense. Los locales, firmes atrás, permitieron el control culé a lo largo del partido, pero lo hicieron incómodo a pesar de generar numerosas llegadas. Sin embargo, los culés obtuvieron su premio gracias al talento del japonés Hiroki Abe, quien al filo del descanso remataba una de las incursiones de Akieme para igualar el marcador.

Pareció conformarse el Lleida con el empate a uno, que mantuvo la idea defensiva tras el descanso. Pero el Barça no parecía tampoco querer hacer suya la victoria, dominando pero sin apretar el acelerador, quizás por miedo a correr risegos atrás. La expulsión de  Trilles, tras una agresión al blaugrana Óscar Mingueza, pudo decantar la balanza hacia el lado culé, pero en los quince minutos restantes los de Pimi apenas lograron incomodar la meta rival.