La Sociedad Deportiva Eibar será el siguiente rival de la Real Sociedad en la decimoquinta jornada de liga. El equipo armero visitará Anoeta el próximo sábado 30 de noviembre a las 16:00 horas. 

El derbi guipuzcoano llega con dos equipos en distintas situaciones. El Eibar es decimosexto, con 15 puntos y viene de dos duras derrotas en liga, las dos en Ipurua. Una contra el Real Madrid por cuatro goles a cero. Y la otra frente al Alavés, partido que se le escapó en los últimos 15 minutos y cuyo resultado fue de 0-2.

La Real, por su parte, se coloca sexta en la tabla con 23 puntos. Viene de empatar a uno en casa frente al Leganés y de caer en el Santiago Bernabéu por tres goles a uno.

  • Filosofía armera

El conjunto armero es un equipo valiente, un equipo que le gusta morder al rival. El conjunto de Mendilibar sigue fiel a su filosofía, con 4-4-2 bien definido, es un equipo muy ofensivo y de mucha intensidad. Le gusta jugar en campo rival, y mantener una presión alta cuando no tiene el balón. Cuando los eibarreses son dueños del balón, se convierten en un equipo muy vertical, que pelea y suele desarrollar su máxima peligrosidad jugando por las bandas. Buscan los centros y las entradas al área por los laterales y su gran baza es precisamente Fabián Orellana. El internacional chileno es puro nervio y aporta el atrevimiento y descaro que le hacen falta a la S.D. Eibar, su regate y determinación con el balón hacen que el ataque armero se vuelva más peligroso aún. Por la otra banda, más de lo mismo, Pedro León e Inui, que a pesar de no ser tan impulsivos, también son jugadores técnicos y de mucha calidad. Otro de los puntos fuertes del equipo de Mendilibar es la portería. Marko Dmitrovic es un seguro bajo palos. Con 25 paradas y 23 goles encajados, el serbio es un fijo para Mendilibar y la Real deberá hacer un gran trabajo si quiere batirlo. 

Los armeros han sufrido importantes bajas este verano, y la plantilla es inferior a la del año pasado. Salidas de jugadores clave como Jordán, Cucurella o Rubén Peña han hecho un Eibar más débil, que a pesar de haberse reforzado no consigue jugar con la misma solvencia que la temporada pasada. Así lo refleja lo que va de temporada y los resultados obtenidos. 

El conjunto de Mendilíbar no da ningún partido por perdido y pelea desde el primer minuto hasta el último. La campaña pasada, el encuentro en Anoeta acabó con un empate a uno. El sábado sabremos quién de los dos equipos se lleva el derbi de este año en Anoeta. El ambiente está asegurado y los dos equipos preparan el choque con ambición.