Partido en tablas entre el Celta de Vigo y el Real Valladolid (0-0) donde los dos equipos dejaron mucho que desear. El equipo local, tras el cambio de entrenador, se ha querido mostrar como el dominante del partido futbolísticamente pero no ha tenido efectividad de cara a puerta. Por otro lado, el Pucela ha sido una pieza solida defensivamente y que ha jugado al contragolpe con balones largos a los delanteros. Otro factor importante que ha podido condicionar el encuentro ha sido la lluvia, culpable de los muchos pases imprecisos producidos a lo largo del partido.

El encuentro empezó con un Valladolid atrevido moviéndose por el área rival y con un par de ocasiones sin mucho peligro. No es hasta el minuto 14 que el Celta reacciona a los ataques de los visitantes, cuando Iago Aspas filtra un pase a Santi Mina y este pone un centro que sorprendentemente golpeó en el travesaño.

Uno de los protagonistas del partido ha sido Jordi Masip, que en la primera parte salvó a su equipo de poder encajar alguna de las ocasiones de los vigueses. 3 intervenciones prácticamente seguidas (minutos 16,19, y 21) tuvo el guardameta catalán, siendo la primera la más clara de ellas. Un error de Salisu provocó que Iago Aspas pudiera anotar el primer gol del partido, pero Jordi Masip se entromete en su camino enviando el balón a córner.

Llegaba el minuto 29 y el partido se resumía en un Celta que controlaba la medular y un Real Valladolid que intentaba salir a la contra. Los chicos de Sergio González aún no habían disparado a puerta. Minutos antes del fin de la primera parte, el delantero de Moaña se encuentra en una situación de uno contra uno ante el guardameta blanquivioleta, donde afortunadamente Jordi Masip pudo repeler el disparo. El Real Valladolid se fue al descanso con la sensación de haberse apagado en el transcurso del partido.

Ya empezada la segunda mitad, en el minuto 49, el equipo pucelano metía miedo con un cabezazo del central ghanés Salisu que pasaba rozando el poste izquierdo de la portería local. La situación del Real Valladolid ya era preocupante cuando su primer tiro a puerta en Balaídos llegaba en el minuto 59, una volea sin peligro para Sergio Álvarez de Sergi Guardiola.

Ni los cambios de Waldo (minuto 62), Alcaraz (minuto 73) o Pedro Porro (minuto 76) pudieron darle un aire distinto al Valladolid, que seguía viéndose dominado por un Celta que buscaba aumentar su rendimiento ofensivo liderados por sus jugadores más creativos Aspas y Santi Mina.

El partido ya tornaba un carácter desesperante para ambos equipos, que no conseguían rematar a puerta. El equipo local controlaba el ritmo del partido, pero sin apenas peligro para los blanquivioletas, que se centraban en la búsqueda de la contra perfecta sin crear juego ninguno. La actuación más destacable de la segunda parte fue la del celtista Pape Cheikh, que recuperó nada menos que 12 balones para su equipo.

La ocasión más clara del partido llegaría en el descuento, en una buena jugada de Gabriel Fernández por la parte derecha y su posterior pase de la muerte a Santi Mina, que terminaría con un remate de primeras que sale rozando el poste izquierdo de Masip.

Finalmente, el encuentro acababa 0-0 en Balaídos con una segunda parte infame para los dos equipos. El Real Valladolid se posiciona quinceavo momentáneamente con 18 puntos fuera de zona de peligro, mientras que el conjunto celeste termina la jornada en descenso con 13 puntos. Este resultado favorece algo más a los de Sergio González, pero con muchas dudas en su juego.