Nuevo tropiezo del conjunto franjirrojo, y ya van 6 seguidos. Los de Paco Jémez no consiguen recolocarse en la senda de la victoria y, ante tal descalabro y descontrol, el Real Oviedo supo aprovecharse para conseguir un triunfo que les da oxígeno y con el que consiguen salir del descenso, tras una mala racha que también empezaba a preocupar en las oficinas del Carlos Tartiere. Situación comprometida la de ambos, pero que le da un plus de confianza a los azules a costa de los madrileños.

El encuentro comenzó de la manera más agitada posible. Sangalli fabricó una magnífica jugada en el primer minuto de partido que supo culminar muy bien Nieto con un disparo ajustado al palo para darle la ventaja al Real Oviedo. Paco Jémez se echaba las manos a la cabeza y comenzaba a dudar si había salido con algún jugador menos al terreno de juego.

El Oviedo volaba sobre el terreno de juego y los franjirrojos no sabían ni por donde venían los balones. Sangalli pudo aumentar la ventaja de los suyos en un mano a mano pero Dimitrievski se hizo valer y demostró que él si que estaba centrado en el partido.

El partido estuvo marcado por la igualdad y un claro repertorio de errores por parte de ambos equipos

Sin embargo, el Rayo despertó a los 10 minutos e igualó el encuentro. La endeble defensa azul perdió el cuero dentro del área y, Adrián Embarba, el más listo de su clase, aprovechó la ocasión para batir a Champagne y empatar el partido.

Se igualó el marcador y el encuentro. El Rayo se encontraba cómodo con el balón y dispuso de ocasiones para confirmar la remontada, pero Álvaro García no pudo batir a Champagne que evitó el 1-2 con su salida. Pero el Oviedo no quería ser menos y avisó en una contra que Borja Sánchez remató a la cruceta.

Con la acentuada pauta de errores e igualdad por parte de ambos equipos, el partido no se definiría hasta los últimos 10 minutos. Una arrancada de Nieto hizo que, tras aguantar el primer envite, cayera dentro del área por una entrada de Catena. Tras una primera amonestación al jugador azul, el VAR avisó al colegiado y este rectificó, señalando la pena máxima que acabaría transformando Ortuño para dar el triunfo a los suyos, sumando además su décimo tanto en el campeonato doméstico.

El partido murió aquí, pues el Oviedo aguantó el "tirón" del Rayo sin sufrir en exceso y mantuvo los 3 puntos en casa. Partido lleno de errores que sonrió en Asturias y llevó la tormenta a Madrid, donde las oficinas del Rayo Vallecano ya comienzan a pensar en el futuro, a costa de un Jémez que teme, más preocupado que nunca, por su puesto.