El Sevilla FC se encuentra en un momento muy dulce. Lleva 10diez partidos sin conocer la derrota, contando Liga y Europa League, además de demostrar una solidez defensiva muy fuerte. Tanto es así, que en las últimas tres victorias en la competición local tan sólo ha encajado un gol, ante el Real Betis en el Benito Villamarín. 

Bien es cierto que una de sus carencias, por decirlo de alguna forma, es la dificultad para transformar las ocasiones de peligro, ya que los delanteros sevillistas no están teniendo el protagonismo que deberían a estas alturas de cara a portería. De los 33 goles que lleva el equipo en ambas competiciones, solo ocho llegan de las botas de De Jong, Chicharito y Dabbur, de los cuales sólo tres tantos son en la Liga.

Pero todo esto no quita que el Sevilla FC tiene aún mucho que demostrar, y aunque en temporadas pasadas a estas alturas también se encontraba bien situado en la clasificación, las sensaciones se perciben distintas a los años pasados. El equipo de Lopetegui gana, y en la mayoría de las ocasiones siendo superior a sus rivales.

Las ilusiones se incrementan cuando se ve la clasificación en ambas competiciones. En la Liga, con 15 jornadas disputadas y 30 puntos, se sitúa tercero, a sólo un punto de Barcelona y Real Madrid, aunque a ambos les queda el clásico por disputar. Y por abajo tiene a Real Sociedad y Athletic Club de Bilbao (26 puntos), y Atlético de Madrid, que tras pinchar contra el Barcelona se aleja y queda a cinco puntos de distancia.

Y en la competición fetiche sevillista, la UEL, ahí se encuentran los de Lopetegui, primeros de grupo, a falta de jugarse la última jornada en Nicosia contra el APOEL, con 15 puntos y pleno de victorias en los cinco partidos jugados de la fase de grupos.

Números envidiables

Ha llovido mucho desde esa última derrota el seis de octubre en el Camp Nou frente al FC Barcelona por cuatro goles a cero, donde el Sevilla, a pesar del resultado abultado, le plantó cara a un Barça que sufría ante los ataques sevillistas en la primera mitad del juego donde De Jong no supo materializar ninguna de las ocasiones peligrosas que tuvo. Ese seis de octubre fue el último día que los de Nervión sufrían una derrota. Desde entonces, han sido ocho victorias (tres en UEL y cinco en Liga), y dos empates a uno ante el Valencia en Mestalla y el Atlético de Madrid en casa, con un balance total de 19 goles a favor y cinco en contra. Unos números que hacen creer que este Sevilla puede llegar lejos, y quien sabe si levantar un título.

Lo que sí es verdad es que la plantilla está enchufada, y que cada vez que hay rotaciones, los que salen al campo intentan hacerlo bien, y algo acertarán si los resultados son los que hay. Entre otros datos, son 900 los minutos que acumula el equipo nervionense sin estar por detrás en el marcador.

Último achuchón del 2019

Ahora a Lopetegui y los suyos les quedan cuatro partidos para acabar una primera vuelta de la competición liguera que, hasta el momento, tienen muy bien encarrilada. Antes de empezar la segunda vuelta aún tienen que visitar Osasuna (este próximo domingo) y Mallorca (último encuentro antes del parón navideño), y recibir en casa a Villarreal y Athletic Club de Bilbao (primer partido de 2020 y el que cierra la primera vuelta liguera).

En cuanto a la Europa League, ya con Sevilla FC y APOEL clasificados como primero y segundo para la próxima ronda de la competición, se jugará el último partido de la fase de grupos que les enfrenta a ambos, y donde el equipo sevillista busca la victoria para batir su récord particular de plenos en la fase clasificatoria.

Por último, y antes de que acabe el año, el Sevilla se medirá ante el Bergantiños con motivo de la primera ronda eliminatoria de los sevillistas en la Copa del Rey. El partido se disputará el miércoles 18 de diciembre a las 18:00 horas, el lugar aún por determinar debido a que la RFEF ha rechazado el campo del Bergantiños y lo ha calificado como no apto para disputarse el partido. Habrá que esperar a la decisión final de la RFEF, pero las opciones que se barajan son el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y el Estadio de Riazor.

No se puede saber si estará el plantel hispalense preparado para aguantar el ritmo de las tres competiciones, pero sí se ve que ilusiona al sevillismo con su juego y resultados. Habrá que esperar para ver si se queda en una ilusión, como ocurrió los últimos años, o si verdaderamente pueden pelear con los grandes de la Liga.