La temporada pasada el equipo azulón registró la mejor de su historia, acabando en quinto lugar y consiguiendo un billete para la Europa League. Los chicos de Bordalás se caracterizan por hacer un fútbol muy rocoso y de mucho trabajo físico sin un juego que sea vistoso.
Tácticamente, el equipo mantiene su estructura a la del año pasado. El sistema es un indiscutible 4-4-2 donde destaca la solidez e intensidad de todos los jugadores, y que al ataque es muy vertical donde el objetivo es llegar rápidamente a la zona de peligro rival. El Getafe busca los espacios con balones largos a los delanteros y que estos descarguen el juego a los hombres de banda creando ocasiones desde ese sector del campo.
En este sistema el papel protagonista lo tiene la parte defensiva. Las dos líneas de cuatro son muy consistentes y se colocan de tal manera que no dejan huecos para el rival. El equipo adelanta las líneas para presionar la salida de balón e intentar recuperarlo en campo contrario para aprovechar las posibles contras. El doble pivote formado por Maksimovic y Arrambarri también son pieza fundamental en tareas defensivas, donde el serbio es el que más calidad tiene para organizar el juego, son jugadores que especialmente se caracterizan por su largo recorrido por el campo y su intensidad de trabajo durante todo el partido.
Otro punto clave durante esta temporada son los laterales y extremos, que fundamentalmente son sólidos en defensa y buscan línea de fondo en ataque. Aquí destacan Cucurella y Jason, dos futbolistas que están sobresaliendo en el equipo y a los que buscan sus compañeros para desplegar el juego en espacios.
Por último, hay que mencionar a los que se encargan de meter los goles para los azulones. Jorge Molina y Jaime Mata son dos “9” puros que bajan los balones largos y aguantan la pelota hasta la llegada del resto del equipo para mantener el juego, sin olvidar que son excelentes rematadores y expertos de cara a puerta. Por otro lado, Ángel y Hugo Duro son delanteros que ofrecen mayor movilidad y buscan el juego entre líneas, siendo los dos perfiles un problema para la defensa rival.