A falta de escasos días para el clásico, existe un gran dilema que ocupa la cabeza de Zidane en la preparación para el partido, además del de averiguar la fórmula para detener a Messi. Ese dilema es el de la formación con la que se presentará el Real Madrid en el Camp Nou y las dos opciones posibles pasan por la línea continuista del 4-3-3 o reforzar el centro del campo con un 4-4-2.

El clásico es el gran partido del año, ese en el que los entrenadores demuestran de verdad en qué jugadores confían, el momento de sacar el once titular de las grandes citas. Será, por tanto, una vara de medir importante para observar qué equipo tiene el entrenador francés como el titular.

Isco para reforzar el centro del campo

Isco golpea el balón en un encuentro ante el Espanyol / Foto: VAVEL
Isco golpea el balón en un encuentro ante el Espanyol / Foto: VAVEL

El técnico blanco ya ha ido dejando migas de pan en forma de pistas sobre qué estrategia va a ser su predilecta en las grandes noches. Ante el PSG en el Santiago Bernabéu, primer partido contundente de la temporada ya que en el Parque de los Príncipes llegaba con varias bajas, la formación elegida fue el 4-4-2. Días después, ante el Alavés en un campo siempre complicado, volvió a repetir.

El gran beneficiado de este cambio es Isco. El malagueño siempre ha sido uno de los preferidos de Zidane. Ya fue muy importante en las temporadas anteriores con el francés en el banquillo y recuperar su forma se antojaba uno de los objetivos fundamentales del entrenador. Y parece que lo ha conseguido. Ha recuperado al andaluz para la causa y ahora su inclusión en el once titular para un partido como el clásico es una opción muy real.

El resultado ante el equipo parisino dejó muy sensaciones con un dominio absoluto del medio del campo en un partido que ha sido de los mejores hasta la fecha esta temporada. Por tanto, si la idea de Zidane pasa por intentar disputarle la posesión al Barcelona y poblar la zona central para evitar que el conjunto catalán mueva la pelota a su antojo, la entrada de Isco cobraría mucho sentido.

Esto abriría otro debate, el de quién acompañaría arriba a Karim Benzema. Rodrygo y Vinicius parten mejor como extremos desde la banda y Jovic parece no tener la confianza de su entrenador, por lo que un recuperado Gareth Bale partiría con ventaja.

Dos extremos para correr

Vinicius y Rodrygo celebran uno de sus goles ante el Brujas / Foto: Real Madrid
Vinicius y Rodrygo celebran uno de sus goles ante el Brujas / Foto: Real Madrid

La posibilidad del cambio al 4-4-2 ha ganado aún más fuerza con la lesión de Hazard. Sin el belga, la obligación de poner tres delanteros se reduce y permite al míster madridista tener la excusa ideal para dejar tan solo a dos puntas descolgados arriba.

Sin embargo, podría optar por la línea continuista. Seguir con la formación más habitual con dos extremos rápidos por banda acompañando a Benzema. Esta opción se antoja muy apetecible en un contexto de partido en el que se presupone habrá muchos espacios a la espalda de la zaga culé. Ahí entrarían en juego dos jugadores que partan de ambos costados para lanzar contragolpes.

Para esta formación, se presentan al casting de titulares tres jugadores: Rodrygo, Vinicius y Bale, de entre los cuales deberá escoger a dos de ellos.

Parece poco probable que los dos jóvenes brasileños salgan titulares a la vez, por lo que el puesto de Bale en un supuesto 4-3-3 parece asegurado. El galés está más que curtido en partidos de este tipo y es innegable que, estando en forma física y mentalmente, es uno de esos jugadores capaces de ganar un encuentro de este calibre casi por sí mismo. El jugador con más gol de la plantilla, junto a Benzema, y con una velocidad y un golpeo demoledores es una opción de un nivel superior.

De esta forma, quedaría un solo puesto a elegir entre Vinicius y Rodrygo. La velocidad y el regate del primero contra la técnica y la pegada del segundo. Ambos vienen de marcar en el partido europeo ante el Brujas. Vinicius ha vuelto a entrar en los planes de Zidane y vuelve a recuperar la confianza, mientras que Rodrygo sigue mostrando ese idilio especial que solo los grandes jugadores tienen con el gol. Deberá elegir entre las dos grandes perlas brasileñas.

Muchas opciones para el entrenador del Real Madrid, aunque todas y cada una de ellas se simplifican en el momento de elegir el estrategia. Velocidad con los extremos del 4-4-3 o el control del centro del campo con Isco en el centro del campo.