Hubo un tiempo en el que los Real Madrid vs. FC Barcelona adquirían un tinte bélico y eran vividos uno a uno por sus aficionados como la última de las batallas. En el Fútbol Club Barcelona estaba Pep Guardiola, en el Real Madrid, José Mourinho. Bienvenidos a la recopilación de los mejores clásicos de la historia, cuando el Real Madrid aprendió a competir de tú a tú contra la mejor versión del Barça que se recuerda.

Del 5-0 en el Camp Nou a la Final de Copa del Rey en Mestalla

Su primer Clásico no acabó de la mejor manera. El Real Madrid cayó vapuleado por el Barcelona con la famosa "manita" en el Camp Nou en 2010. Los blancos no fueron rival para un conjunto blaugrana que olió sangre y fue a por la goleada. Sin embargo, el técnico portugués aprendió de esa derrota y en pocos meses se rearmó para acabar ganando la Copa del Rey en 2011 en Mestalla, gracias al testarazo de Cristiano Ronaldo en la prórroga.

Fuente: Real Madrid (Web)
Fuente: Real Madrid (Web)

Poco después caerían los blancos en Champions League con la famosa tarjeta roja a Pepe y la rueda de prensa de los "porqués" de Mourinho buscando impotente una explicación a una nueva hincada de rodilla de los blancos, esta vez en territorio europeo. La guerra estaba servida. Real Madrid y FC Barcelona eran dos potencias antagónicas dirigidas por sus jefes (Mourinho y Guardiola) y cada Clásico parecía el último, el más importante.

Con los años, el Real Madrid consiguió sobreponerse al Barcelona en el Camp Nou, algo que en aquel noviembre de 2010 parecía impensable. El mejor encuentro de los blancos en el feudo blaugrana llegó en la Liga de los 100 puntos, con 1-2 y Cristiano Ronaldo pidiendo calma a la afición rival.

El legado de Mourinho siempre estará presente en los Clásicos. El preparador luso siempre se refería al señorío blanco como "morir en el campo", y sus jugadores dieron buena cuenta de ello. El miércoles, los merengues disfrutarán de una nueva oportunidad de afianzarse en el liderato de la competición doméstica y de silenciar, una vez más, a sus eternos rivales.