El Real Madrid aterrizará en la ciudad condal inmerso en una dinámica en la que únicamente hay sensaciones positivas. El gol en el último segundo ante el Valencia en territorio ché supuso una inyección de confianza para un equipo que no desplegó su mejor fútbol sobre el césped de Mestalla. Las victorias y buenas actuaciones de los blancos en las últimas citas tanto europeas, como domésticas, invitan a pensar que el Clásico llega en un momento perfecto para los merengues. 

En buena dinámica

El inicio convulso del equipo generó desconciertos dentro de la afición, resultados que no llegaban y que parecían indicar que la temporada 19/20 sería otro fracaso y, de nuevo, un año en blanco. No obstante, con el pasar de las jornadas el equipo ha adoptado una nueva y diferente dinámica con una idea de juego más definida que en la pretemporada. El técnico francés no conseguía dar con las teclas para el correcto funcionamiento de un equipo que se presentaba en remodelación tras un intenso mercado de fichajes veraniego. La incorporación y la adaptación de jugadores nuevos a la disciplina blanca ha tomado su tiempo y frutos han dado.

Todos enchufados

Si a Zidane se le pueden achacar cosas, una de ellas no es ser un mal gestor de vestuario. En estos momentos, el vestuario entero se asume su rol dentro del equipo y la acompañan de buenas actuaciones y de un esfuerzo extra en la búsqueda de más confianza y minutos sobre el verde. Una competitividad que se aúna para hacer un vestuario más competente y ambicioso.

Fede Valverde, la solución a todos los problemas

Zidane, tras una larga búsqueda consiguió dar con la clave de este nuevo Madrid. Y esta pasa por un nombre, Federico Valverde.

Zizou ansiaba la llegada de Paul Pogba a la disciplina blanca y fue por las exigencias económicas del equipo de Manchester por lo que no se concretó finalmente su fichaje. Un hueco que contra todo pronóstico a completado el joven uruguayo, que aunque con diferencias, guarda similitudes con el internacional francés.

Fede hace al equipo más compacto, lo une y lo hace más fuerte. Además de aportarte otras cualidades a valorar como el trabajo físico en la presión, la buena visión de juego y un buen pase entre líneas que junto a su pequeña cuota de gol lo hacen convertirse en un jugador 'todoterreno'. Un hombre que solo ha hecho paliar la fragilidad defensiva que se mostraba en este inicio de campaña, y ha vuelto al equipo más competitivo.

Fede Valverde y Modric vía Instagram
Fede Valverde y Modric vía Instagram

Hazard, la gran ausencia

Para la cita del miércoles, nos quedaremos con un mal sabor de boca por no poder disfrutar del fútbol del belga, ya que el Real Madrid contará con la ausencia de este.

Eden Hazard, quien tras un inicio complicado en lo que a adaptación se refiere, ha ido encontrándose a medida que se han ido dando los partidos. Contra todo pronóstico el golpe que sufrió ante el PSG ha sido más grave de lo previsto y ha alargado su vuelta a los terrenos de juego para fechas posteriores al clásico.

La ausencia de un jugador tan desequilibrante a la vez que determinante en el propio juego y en la finalización de las jugadas, ha hecho plantear al técnico otras alternativas como la incorporación de Isco a un sistema diferente al 433 o la entrada de Vinicius, siendo el jugador de perfil más parecido al ex del Chelsea. 

Decididos a por la liga

El Real Madrid ha presentado argumentos suficientes para ser uno de los candidatos directos para luchar por la liga y por todos los títulos que estén en juego a lo largo de una temporada en la que la carga de partidos será importante. 

El club cuenta con una plantilla de una profundidad desmesurada y es ardua tarea el conservar los ánimos de los jugadores de una entidad como la blanca. Si Zidane es el que consigue mantener el buen juego y encabeza este proyecto, el equipo que en principio aspiraba a poco, puede dar un golpe sobre la mesa iniciado en primer lugar con una victoria el próximo miércoles ante su rival más directo, el FC Barcelona.