El equipo perico ha vivido uno de los años mas raros de su historia. Han pasado de estar en un momento muy bueno en el que estaban luchando por conseguir un puesto en la Europa League, que finalmente se logró, a estar en una situación bastante dura, hundidos en los puestos de descenso, sin poder levantar cabeza. Sin duda, este 2019 para los pericos ha sido un año que ha tenido de todo, desde fichajes millonarios, pasando por sueños europeos, hasta llegar al más profundo pozo. Una transición de situaciones que suenan bastante extrañas teniendo en cuenta que estamos hablando de un club como el Espanyol, uno de los históricos de nuestro fútbol. Un club que durante este 2019 ha dado muchas alegrías a sus aficionados, pero al mismo tiempo, también ha decepcionado.

El sueño europeo, más vivo que nunca (Rubén Portugués)

El año empezó con una alegría para el Espanyol, con una victoria en casa frente al Leganés gracias a un gol tempranero de Borja Iglesias que hizo que el cuadro perico saliera de la mala racha en la que estaba sumergido después de un inicio espectacular de temporada en la que llegaron incluso a ser líderes en la tabla. En ese mes de enero, también se enfrentaron al Villarreal en Copa del Rey, equipo en el que se encontraba Gerard Moreno, que en el pasado mercado de fichajes había dejado la plantilla perica para unirse al cuadro castellonense dejando una gran cantidad de dinero en las arcas del Espanyol. La ida de esta eliminatoria fue en La Cerámica, estadio donde donde el cuadro blanquiazul logró sacar un muy buen resultado de 2-2, pero se fue con sensación agridulce, ya que ese empate tuvo lugar después de que el ‘submarino’ igualara en los últimos minutos los dos goles anotados por Darder y Alex López. En la vuelta, en Cornellà, las cosas fueron mejor y con un 3-1 con doblete de Borja Iglesias se clasificaron para los cuartos de final, en el retorno de Gerard Moreno a la que fue su casa. Aun así, en Liga las cosas no iban muy bien para el Espanyol, que tras su victoria ante el Leganés se quedo tres partidos sin poder sumar al no poder superar a la Real Sociedad, al Eibar y al Real Madrid.

En los cuartos de Copa se encontraría al Betis, un equipo que en el mercado de fichajes estival le complicaría la vida fichando a su entrenador, Rubi, y a su estrella, Borja Iglesias. En la ida el Espanyol cosechó un 1-1 que le hacia viajar al Benito Villamarin con todo por decidirse. El partido en Sevilla no acabó nada bien para el cuadro perico siendo eliminados en la prórroga por 3-1, después de que el Betis en la segunda parte se activara y con la técnica de sus jugadores lograra llevarse el partido. Un partido en el que el Espanyol dio claros signos de falta de gol, ya que tuvo muchas ocasiones para sentenciar tras el primer gol, que no supieron aprovecharlas y acabaron pagándolo caro. Tras esta eliminación, el Espanyol se centró en la liga, donde se encontró de nuevo al Villarreal, eso sí, con dos refuerzos importantes en la delantera. Estos serian los de Wu Lei, procedente del Shangai SIPG, y Facundo Ferreyra, cedido por dos temporadas. Ambos tuvieron minutos en un partido que acabó en empate por 2-2 con un gol de Rosales en los últimos minutos de partido.

Wu Lei, fichaje del Espanyol, durante un partido en el RCDE Stadium. Foto: Noelia Déniz, VAVEL
Wu Lei, fichaje del Espanyol, durante un partido en el RCDE Stadium. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Pero la victoria no tardaría mucho en llegar para los pericos, ya que una semana después recibiría al Rayo Vallecano en casa, que tenía el partido ante los pericos como una de las últimas balas para poder permanecer en primera. El partido acabó con victoria del Espanyol por 2-1 con un gol sobre la bocina de Sergi Darder, en un partido en el que el Espanyol fue infinitamente superior. Esta victoria hizo que el Espanyol cogiera impulso de cara a los partidos que se le venían y que pudiera salir de la mala dinámica de resultados que atravesaba en liga. El siguiente partido fue ante el Valencia en Mestalla, donde consiguió sacar un empate importante que hizo que el equipo perico sumara un punto en un encuentro en el que los murciélagos fueron superiores e hicieron sufrir en bastantes ocasiones al equipo perico. En ese partido también se estrenó con la elástica blanquiazul durante unos minutos Alfa Semedo, otro de los jugadores que llegó cedido del Benfica en el mercado de invierno. El Espanyol tras ese empate recibía al Huesca, colista en la tabla. En ese partido no pudo pasar del empate por 1-1, sin ser protagonistas las porterias.

El Espanyol, tras la victoria ante el Rayo y los numerosos empates, logró salir de la mala dinámica, y poco a poco fue ascendiendo posiciones hasta llegar a la lucha por los puestos europeos de forma sigilosa. Pero aún quedaban muchos partidos por disputar en los que necesitaba sumar fuera lo que fuera para poder seguir en esa batalla. En el mes de marzo llegó el duelo frente al Valladolid que supieron despachar con una victoria por 3-1 en la que el fichaje estrella de los pericos en el mercado invernal, Wu Lei, se estrenó como goleador. Tras esa victoria les tocó viajar a San Mamés donde tan solo fueron capaces de sacar un punto después de que un gol de Raul Garcia en el tramo final del partido hiciera que se marcharan con un empate por 1-1. Después de ese partido llegarían dos de las fechas mas complicadas del calendario; los partidos frente al Sevilla y Barça, que llegaban en un momento bueno para los pericos. En casa frente a un Sevilla en mal momento tras la destitución de Machin como entrenador, encajó una derrota por 0-1 algo injusta para los pericos. El gol de los andaluces llegó en un penalti puntual, que desmontó por completo a un Espanyol que tuvo muchas mas ocasiones, y cada vez que tenia el balón creaba peligro.

Una semana mas tarde llegó uno de los partidos más importantes en lo que es el calendario del Espanyol. El derbi barcelonés llegaba con el Barça como líder absoluto de la competición, y el Espanyol con ganas de dar la sorpresa en el feudo azulgrana. Finalmente no pudo ante la magia de Leo Messi, que con dos goles hizo que el Espanyol se marchase a casa con una derrota en el derbi de la ciudad. Tras este partido entramos en el mes de abril donde llegaron los partidos que podían valer la clasificación a la Europa League. Primero se enfrentó al Getafe en casa donde sacó un empate importante, ya que el equipo perico llevaba dos jornadas sin sumar en la tabla, y lo necesitaba para no alejarse mucho de la lucha europea. Posteriormente le tocaba otro derbi, no tan competitivo, pero que se antojaba como importante. Ese derbi fue frente al Girona, que no atravesaba una buena racha y estaba peleando por la permanencia, por lo que no se podía permitir el perder muchos puntos al igual que el Espanyol. El cuadro blanquiazul consiguió llevarse de Montilivi una victoria muy importante que llegó casi sobre la bocina pero que tuvo un valor incalculable para tener opciones de clasificarse para Europa.

Jugadores del Espanyol celebrando un tanto. Foto: Noelia Déniz, VAVEL
Jugadores del Espanyol celebrando un tanto. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Con esta victoria, el Espanyol se autoconvenció de que aún había posibilidades de conseguir el sueño de la temporada. El conjunto perico fue consiguiendo empates que le hicieron llegar al mes de mayo, el mes clave para hacer realidad la fantasía de los pericos, con serias opciones de poder cumplirlo. Los rivales no eran nada fáciles, pero el Espanyol se supo sobreponer. El primero de ellos fue el Atletico de Madrid, que ya había dado por perdida la liga y había asumido que acabaría la temporada sin nada que celebrar. El cuadro blanquiazul se impuso sorprendentemente a los colchoneros en una segunda parte de matrícula de honor por parte del Espanyol, que venció por 3-0 al Atletico de Madrid. Seguidamente se enfrentaron al Leganés en Butarque, donde también sacaron un muy buen resultado que les permitió llegar al ultimo partido de liga con la posibilidad de meterse en los puestos europeos. Ese partido fue ante la Real Sociedad en un RCDE Stadium lleno hasta la bandera. El equipo perico consiguió vencer por 2-0 con goles de Rosales y Wu Lei. Dos goles que hicieron realidad los sueños de la hinchada perica, que sin pensárselo una vez pitado el final del encuentro bajó al césped donde celebraron la clasificación histórica bajo la lluvia de Cornellà.

Una vez acabada toda la temporada y con el sueño de la Europa League cumplido, tan solo faltaba reforzar el equipo de cara al final del 2019 en el que el equipo competiría en tres competiciones. Es por eso que fueron con todo a un mercado de fichajes que empezó de manera muy optimista para los pericos, pero acabó siendo fatídico con bajas muy sensibles.

En el abismo más profundo (César De Miguel Sánchez)

Comenzaba el mes de julio más movido de la historia reciente del Espanyol. En él, con la marcha de Rubi al Betis ya consumada, se sumaban los rumores de las ventas de Hermoso al Atlético de Madrid y Borja Iglesias al Betis. Mientras tanto, David Gallego cogía el mando del primer equipo y, a lo lejos, se observaba el primer test para poner a prueba al técnico catalán: la primera eliminatoria de clasificación a la Europa League contra el Stjarnan islandés.

Iban avanzando las semanas y las primeras incorporaciones (Vargas, Iturraspe, Andrés Prieto) y salidas (Alfa Semedo, Duarte, Hernán Pérez) ya eran oficiales, pero lo que realmente seguía preocupando a la parroquia perica era el gran interés que seguían mostrando colchoneros por Hermoso, a quien se acabarían llevando. Para finalizar el mes, los muchachos de Gallego derrotaron al Stjarnan por 4-0 en el RCDE Stadium tras un inicio dubitativo.

La vuelta, ya en agosto, se saldó con un 1-3 favorable a los pericos que son emparejados en la siguiente eliminatoria con el FC Luzern. En la ida, en el Swissporarena, el Espanyol se impone por 0-3 a los suizos y por 3-0 en la vuelta en Barcelona. Entre medias, el club oficializa el fichaje de Calero y la venta de Borja Iglesias al Betis por 28 millones.

Borja Iglesias durante un entrenamiento con el Espanyol. Foto: Noelia Déniz, VAVEL
Borja Iglesias durante un entrenamiento con el Espanyol. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Llegaba entonces el primer partido de Liga contra el Sevilla. Un rival duro para empezar la temporada y un partido que iba a dejar a la luz los primeros malestares de la plantilla periquita y que ponía los pies en la tierra al aficionado blanquiazul. A pesar de ello, el Espanyol se recompuso de su primera derrota de la campaña y, tras volver a sufrir, logró imponerse al Zorya Luhansk en la última ronda clasificatoria para el torneo continental.

Agosto finalizaba con las contrataciones de Calleri y Corchia debido a la imagen de debilidad defensiva y de poco peligro que el equipo mostraba, y el Espanyol conocía a los integrantes de su grupo en la Europa League: CSKA Moscu, Ludogorets y Ferencvaros.

Comenzó septiembre y la pobre imagen del equipo dirigido por Gallego no mejoraba. El Espanyol perdía implacablemente contra el Granada en el RCDE Stadium y las carencias del equipo eran más que preocupantes: debilidad defensiva, juego nulo en medio campo y sin generar peligro en el área rival. La misma tónica se repetía partido tras partido, cosechando dos derrotas más, dos empates y una victoria, dejando al Espanyol en la zona de descenso.

Fue entonces cuando llegó octubre y pareció que se veía una luz al final del túnel. Los pericos consiguieron vencer por 0-2 en el CSKA Arena y se colocaba líder del grupo tras un gran partido en conjunto de todo el equipo. Pero fue un espejismo. Ese mismo fin de semana, el Espanyol volvió a demostrar sus fragilidades y problemas y cae derrotado en Mallorca. Es en este momento cuando el club decide prescindir de los servicios de David Gallego y acude al mercado a por un sustituto capaz de revertir esta situación.

David Gallego durante un partido en el RCDE Stadium. Foto: Noelia Déniz, VAVEL
David Gallego durante un partido en el RCDE Stadium. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

El elegido fue Pablo Machín. El soriano llegó al Espanyol con la ilusión y la confianza de poder motivar a los jugadores pericos para que revertieran cuanto antes la situación. La primera prueba de fuego: partido contra el Villarreal. El ahora equipo de Machín vuelve a caer derrotado, pero dentro de la parroquia perica vislumbran destellos positivos que no se veían con Gallego y la remontada en Liga se ve posible.

Machín da una revolución dentro del equipo cambiando el sistema y sentando a jugadores que eran titulares con Gallego y las sensaciones son mejores y da la impresión de que, con mucho trabajo y paciencia, Machín sería capaz de sacar del pozo a los pericos. La ilusión de los aficionados espanyolistas se infla tras las victorias a domicilio contra el Ludogorets en Europa League y contra el Levante en Liga, pero el Espanyol se vuelve a dar de bruces a la primera de cambio. Tras dos partidos con resultados positivos, el equipo vuelve a mostrarse muy débil, tanto mental como físicamente, y cae por 3-0 en San Mamés y por 1-2 ante el Valencia tras irse venciendo al descanso en el primer partido de noviembre.

Entonces, las alarmas vuelven a dispararse ya que se siguen resistiendo las victorias en Liga (derrota contra el Atlético y empate contra el Getafe) y el equipo sigue metido en posiciones de descenso y aunque todavía la diferencia con la salvación no está muy lejana, las sensaciones que transmite el equipo no acaban de convencer y el equipo parece apático y muy frágil mentalmente.

Mientras tanto, en Europa League el Espanyol parece que es otro equipo. Se impone por 6-0 al Ludogorets en un muy buen partido colectivo y la fragilidad mental parece haber desaparecido tras conseguir empatar en el Groupama Arena en el minuto 96, después de que el Ferencavros se adelantara en el minuto 91 de partido. Este empate, además, supuso que los periquitos pasarían como líderes de su grupo con todavía una jornada por disputarse.

Sin embargo, comienza diciembre con la vuelta de la competición doméstica y los fantasmas vuelven a aparecer. En el partido contra Osasuna los pericos empiezan desplegando un buen juego e incluso de adelantan por medio de Marc Roca, marchándose al descanso con el marcador a su favor. Pero fue empezar la segunda parte y empezó con ella la pesadilla. Los navarros le dieron la vuelta al marcador en los primeros cinco minutos del segundo tiempo y arrinconó y dominó al Espanyol durante toda la segunda mitad.

La hecatombe todavía estaba por llegar. Los rojillos, con un jugador menos, meten el tercer y el cuarto gol. Bochornoso. La situación del Espanyol era muy delicada y pendía de un hilo. Minutos después, Calleri adornaría un poco el marcador consiguiendo su primer gol. Este hecho ejemplifica mucho la situación que está pasando el Espanyol: su hombre gol ve puerta por primera vez cinco meses después de comenzar la competición.

Calleri durante un partido en el RCDE Stadium. Foto: Noelia Déniz, VAVEL
Calleri durante un partido en el RCDE Stadium. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

En la siguiente jornada, el Espanyol cae en el Bernabéu y se coloca como farolillo rojo de la clasificación, empatado a puntos con el Leganés. Para colmo, ya ni en Europa League se consiguió un resultado favorable: la derrota en la última jornada contra el CSKA dejó el récord de partidos sin perder en Europa en 26 partidos, superando con creces al Ajax de van Gaal, anterior poseedor de dicho récord.

La situación pareció querer revertirse en el siguiente partido contra el Betis, pero de nuevo, solo fueron sensaciones que se acabaron de esfumar con el último partido disputado de Liga contra el Leganés, en el que los pericos cayeron estrepitosamente contra un rival directo en un partido en el que tanto la imagen del equipo como la del propio Machín quedo muy tocada. De hecho, el último acontecimiento del año en el equipo blanquiazul ha sido la destitución del técnico soriano tras su derrota en Butarque y el posterior nombramiento del “Pitu” Abelardo como su sucesor.

Abelardo tiene ante sí otro gran reto en su carrera, parecido al que afrontó con el Alavés en 2017 y que logró superar, manteniendo a los babazorros en la máxima categoría del fútbol español. Coge así las riendas del Espanyol para intentar salvarlo del pozo del descenso.