Dicen que no es cómo empieza, sino cómo acaba. En este caso, el comienzo también fue importante. Primera semifinal de la Supercopa de España. El Valencia y el Real Madrid se veían las caras en el King Abdullah Sports City, Yeda. Era un encuentro esperado entre dos grandes potencias del fútbol español. Todo terminó con final feliz para los de la capital, que sentenciaron el encuentro en el minuto 66, con el gol de Modric. Primer finalista de la Supercopa, a la espera de saberse quién será el rival: el Barcelona, o el Atlético de Madrid

Arranque inmejorable en la Supercopa

No pudo empezar mejor para los blancos. No solo por adelantarse en el marcador a tan tempranos compases, sino por la manera en que ocurrió. Fue el alemán Toni Kroos quien se encargó de ello. Los valencianistas pedían saque de portería cuando el árbitro pitó el saque de esquina. Aprovechando el momento, el alemán se situó en el córner, colocó el balón y disparó. Disparó como solo él sabe. Jaume Domènech no pudo hacer nada frente al golpeo de balón de Kroos

La velada no pudo presentarse mejor para los de Zinedine Zidane. Kroos abrió el marcador, y a él le siguieron Isco Alarcón minutos antes del descanso y Modric, que cerró la goleada blanca en el 66, consiguiendo además un récord en la competición. 

Hacia más de 20 años que el Real Madrid no celebraba un gol tal. Des de el 14 de diciembre de 1997, cuando David Suker se hizo con la victoria del equipo blanco frente al Mérida en el Santiago Bernabéu. Ahora, 23 años después, Toni Kroos le releva y entra en el podio olímpico del equipo blanco.