El Deportivo Alavés de Asier Garitano consiguió en el Ciutat de Valéncia una victoria de mérito (0-1) que sirve para que los blanquiazules se sitúen a ocho puntos de los puestos de descenso y recuperen la sonrisa tras una mala racha que concluyó en el feudo del conjunto valenciano en la jornada 20 de la competición doméstica.

Sin fútbol en la primera mitad

La primera mitad comenzó con ambos equipos incapaces de generar peligro en las áreas. El Levante UD trató de hacerse con la posesión con el objetivo de decantar la balanza en su favor y de contentar a los miles de aficionados que se agolparon en el feudo levantinista en el segundo partido de la jornada. 

Los de Paco López controlaron el primer tramo del choque, tendencia que cambió gracias a apariciones puntuales del “debutante” Víctor Camarasa, que brindó un balón sensacional a Lucas Pérez en el ecuador de los primeros 45 minutos para que el ariete gallego probase por vez primera a Aitor Fernández, una de las figuras del partido. La primera parte siguió su cauce y las ocasiones, al igual que el buen fútbol, no llegaron para dos parroquias con necesidades similares. De igual forma, el Glorioso concluyó mejor una primera mitad que inició con un Levante con ganas de llevarse los tres puntos. 

El Alavés, con ganas de más 

La segunda mitad comenzó y el aroma que se respiró en las gradas del Ciutat fue totalmente diferente. La tónica de una primera mitad gris y sin un dominador claro se tornó en un encuentro de idas y venidas en el que el principal beneficiado fue el espectador. Aitor Fernández comenzó a erigirse como uno de los nombres propios del encuentro con paradas de mérito que mantuvieron, durante gran parte del encuentro, las tablas en el casillero. 

Una acción de picardía de los visitantes propició el tanto inicial de un Aleix Vidal (64’) que se reivindicó con un gol y con una actuación magnífica. Los de Garitano tomaron la delantera en el marcador y Paco López buscó en sus suplentes una solución que finalmente no llegó. Los locales lo intentaron, pero se toparon con una zaga vitoriana sólida, sin grietas y contundente. 

Lucas Pérez pudo hacer el segundo y Aitor Fernández fue el encargado de evitarlo. El guardameta español se coronó como el mejor de su equipo y evitó lo que podía haber sido una goleada estrepitosa. 

Con el 0-1 se llegó al final del tiempo reglamentario. De esta forma, los gasteiztarras se encuentran en una situación cómoda y tranquila a ocho puntos del descenso, mientras que, tras la derrota, los de Paco López ven frustrada la posibilidad de soñar con Europa.