Ante la acusada falta de gol, Parralo daba un golpe sobre la mesa colocando a Yoda de delantero en un 4-2-3-1 que propiciaba su primera titularidad a Papu como extremo derecho.

Empezaba el partido y la batuta era del Racing, dominio y buen juego se daban la mano, pero las ocasiones no se dejaron ver por El Sardinero en la primera mitad, apenas un gran tiro lejano de Papu y un par de Yoda que no subieron al marcador. Por otro lado, Las Palmas se plantaba fácilmente en el área verdiblanca con transiciones rápidas, pero sin demasiado acierto en los pasos finales.

Pese al dominio local y buenas combinaciones entre Papu, Yoda y Cejudo, pocas fueron las buenas decisiones de tres cuartos de campo hacia arriba en los últimos pases. Cuando Papu se metía hacia dentro para buscar el golpeo o asociarse, Cejudo se dejaba caer en banda derecha para buscar a Yoda en el área.

El descanso llegó con los cántabros ganando en estadística y juego, pero no en el marcador. Los canarios, por su parte, no acababan de entrar en el partido y se iban a vestuarios con sensación de clara inferioridad.

Arrancaba la segunda parte y el guión era el mismo, hasta que en el 53 Moi Delgado decidió coger la sartén por el mango, sacando rápido de banda para Yoda, para que éste devolviese a Enzo, quien buscaría al propio Moi en el área para que rematase el primero de la tarde a la red. Los de Santander se adelantaban en el minuto 53 con una genialidad de tres jugadores que culminaba Moi Delgado.

A partir de aquí, los isleños espabilaron y comenzaron a tener posesiones más largas, mayor número de centros laterales y presencia en el área contraria de la mano de Rubén Castro.

Cejudo pudo sentenciar en el 75, pero el portero visitante estuvo más listo en el mano a mano más claro de todo el partido. Por otro lado, Luca salvaba un remate de cabeza tras un córner en el 81, la última antes del K.O. técnico que le haría Benito a todo el Sardinero metiendo un auténtico golazo desde fuera del área en el 91.

Al final los fantasmas volvieron a resurgir en Santander, la perseverancia de Las Palmas y la falta de contundencia del Racing a la hora de cerrar los partidos sentenciaron el definitivo empate, otro más para la cuenta.