Siete años en la disciplina rojiblanca. Tan sólo en ocho partidos defendió la portería colchonera, protagonista negativo en un partido para olvidar como fue aquel 0 - 6 ante en Barcelona, que hizo tomar a Fernando Torres la decisión de marcharse del equipo de su vida (curiosamente, era Aguirre el entrenador). Hoy, Iván Cuéllar volvió a ser protagonista negativo para la afición que le vio dar sus primeros pasos, no tanto por el rendimiento sobre el verde como por el show montado ya en tiempo de descuento, expulsado por perder tiempo, fingir agresión de un recogepelotas, collejas a Morata, tardando más de cinco minutos en abandonar el campo pese a los requerimientos de Mateu Lahoz, los jugadores rojiblancos y sus propios compañeros... Un show que contribuyó a que el marcador se quedara como empezó, 0-0, justo a tenor de lo visto sobre el campo, pero que dejó una imagen bochornosa que no se debe ver en un campo de fútbol.

Cuéllar, saludando a aficionados cuando era canterano del Atlético, en un Atlético - Mallorca de la temporada 2004/05. Foto: Del autor
Cuéllar, saludando a aficionados cuando era canterano del Atlético, en un Atlético - Mallorca de la temporada 2004/05. Foto: Del autor

Fue, sin duda, lo más relevante de un partido que bien se podían haber ahorrado los contendientes, porque lo que se dice fútbol, hubo poco. El Leganés hizo un partido ordenado, quizás previendo que saliera el Atlético en tromba, sacó Aguirre cinco defensas y cuatro medios, fiando toda aportación ofensiva a Braithwaite. Se le vio poco. Un disparo cruzado y poco más.

El Atlético, en cambio, salió con su dibujo habitual, pero sólo para firmar su acta de crisis. No pasaban ni cinco minutos y Felipe y Oblak suben las pulsaciones del respetable con una falta de entendimiento que no supo aprovechar el equipo pepinero. Los desfibriladores, preparados. Simeone hizo debutar a Vrsaljko ante las bajas de Trippier y Arias. No estuvo mal el croata, aunque no recordó ni por mucho al excelente lateral que ponía centros medidos hace unos años. La falta de confianza evitó que subiera en exceso su banda. En la banda contraria, Lodi sí lo intentó algo más, aunque fue objeto constante de la contundencia defensiva del Leganés. Del resto, Vitolo y Correa.

Vitolo efectúa un centro ante la oposición de un defensor pepinero. Foto: Web oficial Atético de Madrid
Vitolo efectúa un centro ante la oposición de un defensor pepinero. Foto: Web oficial Atético de Madrid

Que los dirigentes del AC Milán son listos no debería sorprender a nadie. Que Simeone sabe lo que tiene entre manos, tampoco debería ser sorpresivo. Ángel Correa estuvo con pie y medio en Milanello, vistiendo la camiseta rossonera. Pero diferencias económicas dieron al traste con la operación y el argentino se quedó. Rodrigo Moreno, cuyo traspaso estaba hecho para recalar en el Atlético, vio frustrado su fichaje. Simeone, que tiene una fe infinita en su compatriota, respiró. Hoy día, es el principal activo en ataque. No llega a los números de Morata, principal referente ofensivo, pero siempre aparece, brega, presiona y consigue tener su oportunidad. Juntos tuvieron la oportunidad más clara del Atlético, en una carrera del argentino cuyo centro remató en semifallo el madrileño.

En la segunda parte, entró Vitolo por Llorente y al poco, salió Correa para que entrase Herrera. Dio tiempo para que ambos se estorbasen en un pase de gol filtrado de Joao Félix. El canario cogió el testigo del rosarino y fue el principal activo en el ataque, aunque sin fortuna. Encaraba e incluso dio algún pase entre líneas, pero sin receptor. En una internada en el área, se dejó caer al mínimo contacto ante Recio. Pero Mateu Lahoz no picó.

Se le acababa el tiempo al Atlético. El Leganés veía que podía salir con vida del Nuevo Metropolitano y apretó los dientes, aunque Javier Aguirre metió a Carrillo, otro delantero, por lo que pudiera pescar. Simeone metió a Saponjic a falta de dos minutos para el final. Tuvo el chaval una oportunidad de cabeza. Teniendo en cuenta que cuatro minutos después 'acabó' el partido y empezó el show de Cuéllar, no es mal bagaje. Empate a cero al término del partido. Tres partidos seguidos sin saborear la victoria ante equipos, sobre el papel, de menor entidad y la sensación de bloqueo que atenaza a los jugadores rojiblancos, que no terminan de dar con la tecla para salir del bache. El Leganés sigue empatado en el fondo con el Español y tiene la salvación a cuatro puntos (a expensas de lo que hagan Valladolid y Mallorca). Mientras, el Atlético cae a la cuarta plaza superado por el Sevilla y notando el aliento del Valencia, a sólo dos puntos. Y la próxima jornada, el Real Madrid...