En la actualidad, el conjunto del Cholo Simeone pasa por un bache de resultados y sobre todo de juego. Queda atrás esa plantilla compuesta por jugadores de menor calidad, pero cargados de fuerza, valentía y garra. Ya han pasado años, pero por las orillas del manzanares aún se recuerda esa noche llena de gloria e ilusión. Aquel miércoles 30 de abril, el Atlético de Madrid se jugaba pasar a su primera final de Champions League cuarenta años después. Llegaba a Londres con un cero a cero del partido de ida en el Calderón. Simeone formaba con su famoso 4-4-2 de la temporada 2013/2014, pero a falta de Gabi, Mario Suárez, y en ausencia de David Villa, Adrián López. Sin embargo, José Mourinho apostaba por un equipo muy defensivo, con jugadores como David Luiz de mediocentro defensivo, o César Azpilicueta en banda derecha por delante de Ivanovic, actuando este último de lateral.

En la primera parte se pudo ver a un Atlético muy rocoso y sin conceder ocasión alguna, salvo el gol de Fernando Torres en el minuto 40. Tras el golpe recibido por el niño más querido de la afición rojiblanca, el equipo supo dar la vuelta a la situación con un gol de Adrián antes del descanso.

Con el inicio de la segunda parte dio comienzo el espectáculo, pese a que el conjunto colchonero ya estaba clasificado con el empate a uno, el equipo supo arrollar al Chelsea tanto en defensa como en ataque. De este modo, Diego Costa provocó un penalti tras controlar un balón alto dentro de las inmediaciones del área. Él mismo desató la locura con la transformación del penalti, fue corriendo a abrazar a Simeone genio y planificador de una maravillosa segunda parte. Fue tal la superioridad del Atlético que, en una jugada similar a la del primer gol, Arda Turan cabeceó un balón que se estrelló en el larguero, pero el propio jugador turco recogió el rechace y remató a placer ante la ya batida figura de Schwarzer.

Tras la distancia y tranquilidad en el marcador, el conjunto rojiblanco decidió dar un recital de juego, un juego muy paralelo al que muestra actualmente.