El Real Zaragoza es sentimiento. Lealtad. Corazón. Fidelidad. Amor. Pasión. Definir, se puede definir como uno quiera. Lo que ocurrió ayer en La mágica Romareda no se ha visto en ningún precedente. La mejor afición de España demostró por qué lo es. 34.000 gargantas corearon el himno a capella en el viejo estadio zaragozano a la vez que gritaban que volveremos a primera. Y claro que volveremos. Temblaron los cimientos, los focos hacían más brillante su iluminación y las voces se alzaban al cielo de una noche histórica.

Histórica, repito. El resultado cosechado fue de 0 a 4 favorable al Real Madrid. Pero el Real Zaragoza, en su batalla con el ascenso, se encuentra a tan sólo tres unidades de alcanzar el segundo puesto. La prioridad del club estaba clara: El ascenso a primera división. El encuentro de ayer servía, en gran parte, para tomar nota del espectáculo que viviremos el año que viene si este grupo de guerreros consigue rematar el camino hacia el ascenso.

Por aquellos niños que ayer vieron un partido de primera. Por aquellos que viajaron 2.000 kilómetros para ver a su Real Zaragoza. Por aquellos que derramamos lágrimas. Por la grada de animación que no calló en todo el encuentro. Por aquellos que seguimos al club cada fin de semana. Incluso el Real Madrid lo reconoció. Los aficionados blancos desplazados a La Romareda corearon el ''Zaragoza es de primera'' en repetidas ocasiones. Dani Carvajal nos deseaba lo mejor en rueda de prensa. Butragueño y Florentino fliparon con la afición mas fiel de España. Con la mejor afición. Para mí, como zaragocista de corazón que soy, la mejor del universo.

Lloraba Víctor Fernández. Lloraba yo. Lloraban de emoción muchos espectadores de los que ayer alzaban su bandera al cielo. No cambio por nada ver y sentir lo que vi y sentí ayer. El patrimonio más grande que tiene el Real Zaragoza es su propia afición. Siempre, e incluso cuando el equipo estaba en primera la afición se ha mantenido fiel. Pero, que tras siete años en el infierno de segunda división y que se pierda 0-4 en casa, La Romareda responda así, no lo ha podido vivir ninguna entidad. Ni Barcelona, ni Madrid, ni ningún otro equipo. 

Los jugadores tenían las lágrimas en los ojos. Los capitanes se mordían la camiseta. Grippo y Blanco la regalaban. Clemente, Nieto, Soro... los chicos de la cantera se golpeaban en el escudo. Suárez y Puado quedaban boquiabiertos mientras Víctor se aguantaba las lágrimas y era felicitado por los jugadores del Real Madrid por la afición y la plantilla que tenía.

Sinceramente, para gustos los colores. Pero para mí fue una victoria más importante que la puramente deportiva. Ayer ganó el Real Zaragoza. Ganó en salud, ganó en sentimiento, ganó su patrimonio. ¿Que si volveremos? Hombre que si volveremos. Y con la cabeza bien alta. La afición se llenó de gloria demostrando a Europa que son los mejores. Y lo son. 

Pobre, muy pobre del que quiera, robarnos la ilusión. No tengo ni idea de si será el año. Lo que tengo claro es que será con estos jugadores, y con el hombre con el que tocamos el cielo en París. Víctor Fernández, cuerpo técnico, plantilla, directiva y AFICIÓN.

¡VOLVEREMOS A PRIMERA, VOLVEREMOS OTRA VEZ!