Volvió el Real Betis a marcarse un buen partido frente al FC Barcelona, y volvió a verse afectado por las decisiones arbitrales. De esta forma, sumó así una nueva derrota liguera que duele mucho en el seno de la entidad, ya que ven cómo sus opciones de regresar la temporada que viene a Europa se desvanecen con cada encuentro que pasa sin sumar puntos para su casillero.

El partido empezó con dominio verdiblanco, que formó con un 4-4-2 con doble pivote defensivo, donde sorprendió la titularidad de William Carvalho, que volvía tras lesión. Pronto se pondría el marcador a favor de los de Rubi, ya que corría entonces solo el minuto cuatro cuando Fekir, tras una bonita jugada, chutó a puerta e impactó el balón en el brazo de Lenglet, señalando el árbitro penalti tras consultar con el VAR. Gol de Canales y la euforia llegaba al Villamarín. La alegría no duró mucho, pues tan solo tres minutos después, Messi ponía un pase perfecto al hueco que dejaba solo a De Jong, quien solo tenía que controlar y batir en el área pequeña a Joel.

Primeros compases del partido muy divertidos y variados en los que el Betis dominaba haciendo una fuerte presión arriba y atosigando la salida de balón del Barça. Empuje y buen juego que tuvo recompensa en el minuto 26 donde, con otra genialidad de Fekir, tras pérdida de Vidal y disparo potente raso, el galo batió a Ter Stegen. Los minutos pasaban, y los verdiblancos estaban encontrando la manera de desactivar a todo los visitantes, a quienes lse costaba salir con criterios de su campo. Cuando todos esperaban el descanso, llegó una falta botada por Leo Messi, mal despeje de Carvalho, y Busquets la recogió para poner el empate, y acabar así el primer tiempo con una jugada muy protestada por los sevillanos y que costó la amarilla al míster bético.

En la segunda mitad, salió el Barça mas enchufado y buscó más la portería rival, encerrando por momentos a un Betis que dio un paso atrás y entregó el balón al contrario durante muchos minutos. Tanto fue el cántaro a la fuente que al final, otra falta botada por Messi, en el minuto 72 y tras remate de Lenglet, se convirtió en el 2-3 definitivo, jugada otra vez con mucha polémica por una posible falta en el salto del central francés con Guido Rodríguez.

A partir de aquí, el partido se volvió bronco, sin apenas oportunidades y muchas faltas y pérdidas de tiempo que en nada beneficiaban al Betis, que además vio cómo se quedaba con uno menos por expulsión de Fekir, tras una acción que se saldó con amarilla y unas protestas posteriores que le costaron la salida del terreno de juego. Minutos después, el Barça también se quedaba con diez hombre una vez que Lenglet vio la segunda cartulina del choque tras una infracción a Joaquín. Poco más en un duelo que tuvo de todo, muchos goles, faltas, tarjetas, expulsiones, VAR, y muchas polémicas que dejan aún más difícil el objetivo marcado por los sevillanos para la presente temporada.