Ousmane Dembelé se despedía oficialmente este lunes de la presente temporada futbolística. Las pruebas realizadas en Finlandia sobre el futbolista francés tras recaer de una lesión en el bíceps femoral diagnosticaron un tiempo de baja de seis meses, lo que obligará a su actual equipo, el Fútbol Club Barcelona, a gestionar un sustituto para el delantero que llegaba  en  agosto de 2017 a la ciudad condal. No ha sido una etapa ni mucho menos fácil para el futbolista nacido en Vernon en 1997, que se presentaba como una de las promesas más relevantes del panorama futbolístico europeo y mundial, pero que sin embargo se ha visto inmerso en un túnel sin salida en lo que a lesiones y obstáculos se refiere.

Ousmane Dembelé llegó al Barça en 2017. FOTO: Miguel López Mallach
Ousmane Dembelé llegó al Barça en 2017. FOTO: Miguel López Mallach

Una llegada ilusionante

Josep María Bartomeu desembolsó el pasado 25 de agosto de 2017 una cantidad cercana a los 105 millones de euros, a los que se sumaban unos 40 millones en variables al Borussia Dortmund para hacerse con los servicios de uno de los nombres más explosivos del planeta fútbol. El principal motivo fue la inminente salida de Neymar Júnior, que días más tarde haría oficial su marcha al París Saint Germain. Con veinte años recién cumplidos, el francés, que ya había dejado destellos en la élite europea, se veía con la premisa de suplir las aportaciones del crack brasileño, que junto a Leo Messi y Luis Suárez había confabulado el tridente más temible del mundo en las dos anteriores temporadas. Con la paciencia como principal condición, el Camp Nou se preparaba para descubrir en Dembelé a un jugador que bien podría marcar una época, y por qué no, un futurible relevo de Lionel Andrés Messi.

Dembelé, que llegó al Fútbol Club Barcelona por 145 millones de euros convirtiéndose en el futbolista más caro de la historia del club, afronta un duro proceso de recuperación en su octava lesión como culé

Habiendo demostrado sus capacidades físicas y futbolísticas sobre el césped del Signal Iduna Park, donde se convirtió en la nueva esperanza del Borussia Dortmund, Dembelé se veía en seguida con la responsabilidad de dar un paso adelante en un club como el Fútbol Club Barcelona. Sin embargo, su aterrizaje a Can Barça como el fichaje más caro de la historia del club catalán resultó más forzado de lo esperado, y se lastró en seguida por culpa de las lesiones. Ocho son los golpes que han impedido al francés erigir una continuidad futbolística como blaugrana. Sus interminables destellos de calidad, con la velocidad y la agilidad como principales rasgos, se han visto devorados por las molestias fruto del crecimiento del jugador en sus tres años luciendo el "11" culé. Esto ha propiciado una versión indefinida de esta promesa, que a base de altibajos no ha logrado ganarse el puesto en el campo ni el favor de los suyos, que hoy claman por la llegada de un sustituto.

Y es que el bíceps femoral se ha convertido especialmente en esta última temporada en el tendón de aquiles del "mosquito", habiendo sufrido ya tres lesiones en lo que va de curso. Son muchos los nombres que suenan para relevar al jugador que el lunes era operado por el doctor Lasse Lempainen para confirmar su pérdida para lo que resta de temporada, pero lo cierto es que ninguno de ellos se adecua al perfil del francés: un extremo revulsivo y con una calidad y desborde descomunales. Sí ha encontrado semejanzas Quique Setién en su sucesor por la banda izquierda, Ansu Fati, que se ha visto en este arranque de curso con la papeleta de trazar el rol que había sido asignado al propio Dembelé cuando fichó por el Barcelona, y se espera que lo siga haciendo. 

El desborde y la velocidad, principales virtudes del extremo francés. FOTO: Noelia Déniz
El desborde y la velocidad, principales virtudes del extremo francés. FOTO: Noelia Déniz

 

Las lesiones tumban al "Mosquito"

La nueva lesión de Ousmane Dembelé, que caía el pasado mes de setiembre en la que había sido su casa y más tarde volvía a resentirse en el auge de su recuperación, supone sin duda alguna un hueco para la pizarra de Quique Setién, que como declaraba cuando todo parecía para su vuelta, se le caían las lágrimas al verle trabajar. Desde su llegada, el técnico cántabro se ha mostrado propenso a recobrar la confianza en Dembelé, que con Ernesto Valverde no había sido tan palpable. Es esta falta de continuidad uno de los posibles factores que hayan influido a la baja del astro francés, que desde su llegada a la ciudad condal no se ha visto agraciado con la suerte de las lesiones, y que ve en esta de larga duración la más dura de su corta carrera deportiva. 

Desde su llegada, el rendimiento el francés se ha visto afectado por las lesiones que le han privado de exhibir su gran potencial

Hoy con las alas caídas, Dembelé quiere volver a ser en cosa de seis meses ese mosquito insaciable que ya ha demostrado ser sobre los terrenos de juego, tanto en Rennes, como en Dortmund y el Camp Nou, donde ya ha dado sus primeras picaduras. Deberá esperar hasta el año que viene, eso sí para volver a demostrar a su gente, el talento que le avala como joven promesa que es. Un regreso tardío, y ni mucho menos fácil para el talentoso futbolista, que ya pone su mirada en recuperar la mejor de sus versiones que ya ha exhibido en toda Europa.