Amigos míos, podemos decir que la UD Almería está de vuelta. La del coraje, la garra, la que no tenía piedad frente a cualquier rival, la que tanto echaba el aficionado en falta. La tropa de José María Gutiérrez goleó ayer en casa por 4 tantos a un Deportivo de la Coruña endeble y carente de ideas para finalizar jugadas. Los 3 puntos refuerzan la imagen de un  Gutiérrez más que  cuestionado este último mes. 

Corpas y Darwin señalaron el camino

El primer acto del choque estuvo marcado por individualidades más que por un dominio colectivo en sí.  Nada más arrancar el partido, el lateral diestro Bóveda sufría una lesión muscular que le impidió continuar en el terreno de juego. Este contratiempo debilitó al conjunto herculino, quién no encontraba soluciones en la finalización de jugadas. Y es ahí cuando entró en escena la UD Almería. Balón a la olla de Iván Balliu para que Darwin Núñez realice un control orientado perfecto y bata a Dani Giménez con una definición contundente. La afición estallaba de alegría al ver a su equipo adelantarse en el luminoso mientras Darwin señalaba eufórico el escudo de bandas rojiblancas. 

El soplo de aire fresco llegaría con el segundo tanto. Balliu aprovecharía una conducción sobresaliente del mejor del encuentro el día de ayer, José Corpas, para estrenarse con la casaca indálica. 

Los de Fernando Vázquez se sentían cómodos con la pelota pero no llegaban a la jaula rojiblanca. El gran trabajo de De la Hoz y Valentín Vada impedía que los Mollejo y cia. pusieran a prueba a Fernando Martínez. Ésto sería una baza para los de Gutiérrez pero la falta de fortuna para finalizar las estampidas locales provocó que no se moviera más en la primera parte el luminoso.

Fuente:UD Almería
Fuente: UD Almería

 

Espéctaculo indálico para poner la guinda al pastel

No es una locura afirmar que la segunda mitad fue un baño absoluto de los almerienses. El partido quedaría finiquitado con el gol tempranero de Juan Muñoz. Un último pase magnífico de Fran Villalba habilitaría a un inteligente José Corpas que mandaría el esférico al poste, quedando el rechace perfecto para que 'Juanico' fusilara a la red.

El Almería se gustaba y la afición lo agradecía. Los mejores momentos de esta presente campaña se volvían a revivir en el Juegos Mediterráneos. La UDA controlaba el partido a su antojo. Las bandas eran veloces y dinámicas. La defensa era ferréa frente a las intentonas de Mollejo, Aketxe y Gaku. Vada y De la Hoz eran la brújula del equipo para llegar a la portería deportivista. En definitiva, el partido tenía un único color; el rojiblanco. 

La tranquilidad que daba el resultado hizo que Guti apostara por nuevas caras como la del debutante Enzo Zidane. Además del debut de Enzo, el técnico madrileño introdujo a Sergio Aguza y Arving Appiah. El show almeriense llegaría a su fin con el cuarto y último tanto, obra de Darwin. Otra vez Corpas, por medio de una brillante acción individual, pondría un centro a medida para la bota del charrúa, quien empujaría a placer para el 4-0. 

Fuente: UD Almería
Fuente: UD Almería

 

De vuelta al ruedo

El Almería arrolló a todo un Deportivo de la Coruña en casa. La manera y la actitud que tuvieron los pupilos de Gutiérrez, recuperaron las esperanzas perdidas las últimas semanas en el proyecto actual. Fue una demostración de que este equipo puede aspirar a lo que quiera y más. Sin lugar a dudas la cita de ayer dejó dos nombres a mirar con lupa en esta recta final de temporada; Darwin Núñez y José Corpas. El punta uruguayo sacó su versión más dulce en el césped del Mediterráneo, mientras que el de Jaén volvió a recordar al de la campaña pasada. Con estos dos cracks en su máximo nivel, el Almería opta al ascenso directo que tanto se está buscando este curso.

El encuentro de este sábado refuerza la imagen de Guti. La brillantez con la que ganó su tropa dejó muy buen sabor de boca al espectador. El Almería se llenó de valor y sacó adelante un partido que nadie esperaba que se diera finalmente de esta forma. Volvió la UD Almería. La echábamos de menos, sí